La presentación tradicional del segundo principio de la termodinámica (Zemansky, 1979)
(Fermi, 1968) está basada principalmente en los desarrollos históricos de Thomson y
Clausius de la década de 1850, que a su vez estaban fuertemente influidos por el trabajo
fundante de Camot. Esos desarrollos se apoyaban en una visión de la ciencia del siglo XIX
que en general rechazaba la posible estructura discreta de la materia y que dio como
consecuencia una termodinámica sobre la base exclusiva de Sus variables macroscópicas
Es a partir de los trabajos de Maxwell y fundamentalmente de Boltzmann y Gibbs,
sobre finales del siglo XIX, que aparece una explicación de la termodinámica fundada en
aspectos de la estructura microscópica de la materia