Una de las formas en las cuales se intenta marcar la distinción entre experimento y
simulación es a través de la noción de ''materialidad". Para la mayoría de los filósofos, las
simulaciones no son materiales y pueden ser consideradas como meras manipulaciones de
modelos matemáticos. En palabras de Morgan, la materialidad del experimento hace que los
mismos "repliquen" el fenómeno mientras que las simulaciones computacionales sólo pueden
"representarlos"(2005:320). La mayor confiabilidad de los experimentos proviene de esta
característica de los experimentos. En el presente trabajo vamos a cuestionar esta forma de
realizar la distinción entre experimentos y simulaciones computacionales utilizando la noción
propuesta por Morgan de objetos semi-materiales, pero con un significado diferente