El avance actual en la investigación de ciertas "peculiaridades" fìsicas tales como los agujeros
de gusano vuelve a poner sobre la mesa viejos problemas que habrían quedado relegados a la
ciencia ficción. No pretendemos en este trabajo dar soluciones, sino dejar planteadas ciertas
cuestiones que nos parecen relevantes y que merecen una investigación más profunda en el
futuro: ¿cuáles son las posibilidades y las consecuencias que los agujeros de gusano brindan a
la física y a la filosofía? Un recuento rápido de la historia del tiempo en el discurso filosófico
occidental deja a la vista una multitud de problemas y cuestiones: ya sea concebido como una
recta o un círculo cuyas parametrizaciones están dadas por un número real, ya sea una entidad
real o, más bien, una abstracción psicológica.
No obstante la discusión enardecida que parece caracterizar este tópico, pueden marcarse
dos cuestiones sorprendentes precisamente por su persistencia y regularidad en los diversos
enfoques de los cuales es objeto el tiempo; su relevancia para el ser humano y la relación
inescindible que mantienen la ciencia y la filosofía ante esta problemática. La cuestión del
tiempo es uno de los lugares clásicos de encuentro de ambas disciplinas, desde la separación
violenta operada por Platón entre devenir y episteme hasta las polémicas suscitadas por
Prigoglne en él campo de la fllosofía de la ciencia contemporánea.
Pero antes de poder exponer las nuevas paradojas que suscitan los agujeros de gusano es
preciso relevar las principales nociones de tiempo manejadas por la filosofía occidental. Recién
después podremos abocamos a la relevancia filosófica que puedan tener los avances de la física
contemporánea respecto de esta cuestión