Nacido en Grecia, educado en Inglaterra y Francia, emigrado a
Estados Unidos, formado en Japón, Lafcadio Hearn fue un escritor raro,
de un temperamento singular. Juntó el ardor irlandés de sus antepasados
paternos con la versatilidad helénica, heredada de su madre, y el
preciosismo japonés, pues el país nipón terminó siéndolo todo para él:
por matrimonio, por adopción de su nacionalidad, por la conversión al
budismo y porque allí murió en 1904, llamándose Yakumo Koizum