La influencia del darwinismo ha marcado el desarrollo de toda la biología
moderna. Sorprendentemente, la medicina se ha mantenido, en buena medida,
al margen del pensamiento evolutivo hasta hace unos años. La situación experimentó un cambio drástico en el año 1991
cuando el psiquiatra Randolph M. Nesse de la Universidad de Michigan y el
prestigioso evolucionista George C. Williams de la Universidad de Nueva York
publicaron un artículo titulado “El amanecer de la medicina darwinista