El hombre ha utilizado el agua como fuente de abastecimiento para la población así como para usos industriales y agrícolas, generando una creciente cantidad de residuos que en la mayoría de los casos vuelven a los ríos, pudiendo llegar a saturar su caacidad de autodepuración. Para controlar el origen y extensión de esta contaminación es necesario conocer de qué forma las actividades humanas afectan a los cursos de agua cambiando sus carasterísitcias naturales.
En este trabajo se ha estudiado la relación de las concentraciones de elementos traza y nutrientes presentes en las aguas del río Guadalquivir con las actividades humanas desarrolladas en sus proximidades, de modo que estas concetraciones sirvieran como trazadores de las actividades existentes en la cuenca. Así, se ha determinado que en este río las concentraciones de amonio, nitritos, manganeso y cobalto permiten trazar las actividades urbanas, mientras que las de fosfatos y sólidos en suspensión permiten establecer la extensión de la contaminación agrícola. Otras variables determinadas han presentado un origen mixto, como nitratos o níquel, o no han podido asociarse de forma clara con una determinada actividad, como el plomo. Asimismo, se han encontrado elementos cuyo comportamiento dependía en gran medida del aumento de conductividad a lo largo del estuario, como fue el caso del cadmio.
Debido a las bajas concentraciones de muchos de los elementos determinados en las aguas del río Guadalquivir se ha prestado especial atención a minimizar la contaminación de las muestras durante el análisis. Para ello ha sido necesario e imprescindible, la implantación de técnicas de ultralimpieza durante todo el proceso experimental, desde la preparación del material y la toma de muestras hasta la determinación de las mismas.
Además se han buscado alternativas para la determinación de metales en aguas de mar, teniendo en cuenta que este tipo de muestras necesita habitualmente de un paso previo de preconcentración y/o separación anterior a la determinación analítica debido a la complejidad de la matríz. Para ello se ha realizado la optimización de un proceso de preconcentración para el cobre en agua de mar basado en el uso de membranas líquidas, consiguiendo determinar concentraciones tan bajas como 2,5 ppb de cobre en muestras reales de agua de mar mediante su determinación por espectroscopía de absorción atómica con llama. Así mismo se ha realizado la aplicación de este sistema para determinar otros metales en muestras reales de agua de mar, obteniendo para zinc, alumnio, cadmio, plomo, manganeso y níquel, resultados que permiten realizar, al menos, una determinación semicuantitativa de todos ellos