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Comentario a República, Libro III, 392c-417a.

Abstract

En el Libro III se ocupa Platón del contenido more politico, si puede decirse así, de la educación de los guardianes. Comencemos por tanto con una adecuada localización de los guardianes en el contexto de la pólis y en el proyecto filsófico-político que es la República. (0) Primero, y antes que nada, recordar que el trabajo de comprender la pólis, el trabajo de elaborar y desbrozar el sentido de la pólis, en fin, la justicia, es siempre y al mismo tiempo el trabajo de elaborar y desbrozar el ser del alma. Donde el dominio de sí es el nombre genuiamente griego para este ser y constitución, del alma no menos que de la ciudad. En el final de la primera parte del Libro X tenemos esto en la expresión "república interior", (perí tés ...) politeías dedióti (608a-b). (a) Platón no está haciendo algo así como un 'programa' político. Platón no es, frente a cierta deriva hermenéutica contemporánea (liberal: Popper), un político en el sentido de alguien con la pretensión de fundar e instituir, positivamente, un gobierno o un modo de gobierno. Como filósofo, la pregunta por la pólis es la pregunta por el ser, lo que quiere decir, la problematización de los supuestos que constituyen esa juntura o ensamblaje que es la pólis. La pregunta por el ser que es la pólis (la pólis como una figura señalada del ser, que no es otra cosa que una figura de la constitución de nosotros mismos, como dueños de nosotros mismos, según comenzamos vinculando el problema del ser y el del poder, etc.) se presenta en la República como la pregunta por la justicia, diké, que es otro nombre para el esamblaje o juntura, no sólo de los hombres, sino en general de todo lo ente (Heidegger y la sentencia de Anaximandro). Pero esta pregunta, toda vez que se trata igualmente del poder y del ejercicio del poder, de su particular evenemencialidad y efectividad (en ese quiasmo que hemos comenzado viendo en Foucault), también es la pregunta por la virtud del valor, timé.14 página

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