Rúst.Sellos: Secciones Populares, Biblioteca Pública de la Ciudad, Zaragoza

Benedicto e Ibáñez, Martín O.P.), XVIII-XIX

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h ¿NOVENARIOal Aposto! de Andalucía, extático Varón é ilus­tradísimo Profeta, elBEATO FRANCISCO POSADASdel orden de Predicador es;DISPUESTApor el M. R. P. Mtro. Fr. Martin Benedic­to, del mismo Orden é hijo del Conventode Teruel, en 1818. —-----Con Ucencia del Ordinario.'°dx y<Teruel: Imp. de Luis Ginieno.=1860.-NOVENARIOal Aposto! de Andalacia, extático Varón é ilus tradisimo Profeta, elBEATO FRANCISCO POSABASdel orden de Predicadores^DISPUESTApor el M. R. P. Miro. Fr. Martin Benedic to, del mismo Orden é hijo del Convento de Teruel, en 1818.——■—Con licencia del Ordinario.Teruel: Imp. de Luis Gimeno.=1860.NOTA.Por método particular, en la oración especial de cada dia, ademas de la virtud se pide también el Don ó fruto del Espíritu Santo que tiene con ella mas inmediata conexión. No se pudo hacer esto con mas claridad y espresioni por que no lo permite la brevedad de cada oración.Por la señal de la S(a. Cruz &.ORACIONpreparatoria para todos los dias.Bendita y alabada seáis Trinidad beatísima, Pa­dre, Hijo y Espíritu Santo, único y verdadero Dios en tres distintas Personas. Ensalzada y glo­rificada seáis por todas las obras de vuestro amor y poder. Honor y gloria os sea dada en toda la Iglesia, porque sois tan admirable en vues- tresSantos, y particularmente por que en estos úl­timos siglos disteis al mundo en el Be a t o  Fr a n ­c is c o  d e  Po s a d a s  un modelo de las mas heroicas virtudes; un muy querido siervo vuestro, por­tentoso en milagros, adornado de los mas pre­ciosos dones de vuestro divino Espíritu, y una maravillosa obra de vuestra gracia para nuestro ejemplo y protección. Los méritos, Señor, vir­tudes y gracias de este tan amado Siervo vues­tro, querido hijo de la cariñosa adopción de María señora nuestra, os presento en loor y gloria de vuestra Magostad y Grandeza, en agradecimiento de todos los .beneficios que he recibido de vuestra divina mano, y en media­neros para alcanzar lo que os pido en esta no­4vena. No miréis á mis obras, atended á las virtudes de vuestro Siervo y mi amado protec­tor Francisco, por el que os ruego me otor­guéis, ante todo, el arrepentimiento de mis pecados, como la disposición mas conveniente para el logro de vuestro favor. Pequé, Señor, habed piedad y misericordia de mi. Amen.Día primero.La Fé y Don de Entendimiento.¡O fidelísimo Siervo de Dios Francisco! Escogido del Eterno Padre, amado del Hijo, é ilustrado por el Espíritu Santo con brillantes rayos de viva fé y altísimas luces del Don de Entendimiento.¡O mi amado Protector! que, engolfado en el inmenso piélago de las divinas perfecciones, sentías cosas tan altas de Dios que todo lo demás era nada para ti; menospreciabas la vida por la fé; te negabas al amor por el amor, y en extático exceso y dulce delirio del mas fino amaite renunciaras del Ser divino (si lo tu- bieras) por que lo tubiera Dios...; ¡O mi que­rido abogado! te suplico humildemente me al 5canees del Señor una fé viva y constante, un conocimiento tan claro de las divinas perfeccio­nes y de las verdades reveladas, que, á vista de tan alta grandeza, mi voluntad menosprecie lodo lo terreno; una limpieza de corazón que me haga capaz de altísimas luces del Don de Entendimiento, con que se vea libre mi alma de todo error y aun de fantasmas inútiles; y tal seguridad en la certeza de la fé, que no dude dar la sangre, si necesario fuese, en tes­timonio y confesión de las divinas verdades.• Amen.Ahora se rezará tres veces el Padre­nuestro y Ave María, en gloría y alabanza de la Sma. Trinidad, por las virtudes y gra­cias con que adornó el alma de su Siervo Francisco.Deprecación.para todos los dias, fundada en la oración de su rezado.Omnipotente y amabilísimo Dios mío, que, previniendo a Francisco con las bendiciones de la dulzura de vuestro amor, desde su temprana edad comenzaste á formar en él una de las mas grandes maravillas de vuestro poder, haciéndole un celosísimo Aposto!, Mártir en las ansias de padecer, Profeta ilustradísimo, insigne minis­tro del sacramento de la penitencia, y prudente director de las almas virtuosas: por tan altas virtudes y méritos os suplicamos, Dios mió, que nos concedáis la gracia del arrepentimiento de nuestras culpas, un espíritu fervoroso para correr los caminos de la observancia de vuestros mandamientos, prudencia en el obrar, luz clara para el discernimiento, y un ardentísimo amor á vuestra Mageslad, con el que por toda la vida respire nuestro corazón tiernos, dulces y abrasados afectos de caridad, en cuyo fuego deseamos morir, hechos holocausto de la divina predilección. Amen.Día segundo.La Esperanza y don de temor de Dios.¡O admirable héroe de la gracia, Francisco, hechura y obra perfecta de las manos de Dios, viva imagen de Jesús crucificado y afligido! !O generoso espíritu, que. entre los horrores y negras sombras de terribles desamparos, sumer-7gido en el conocimiento profundo de su nada, sin encontrar donde apoyarse, con todo, se mantuvo cual torre invencible en la esperan­za, firme en la paciencia, estable en la resignación é inmoble á los empuges del enemigo! Te recuer­do, amado protector mió, estas aflicciones, para que compadecido niegues por mi y me alcan­ces una esperanza tan firme, que á pesar de tantos motivos como tengo para desconfiar por mi, se aliente mi alma con la confianza en el divino auxilio, y apoyada en él descan­se tranquila y se conforme con la voluntad de Dios en las tribulaciones; como también un cas­to y filial temor, con que adore y reverencie humildemente á Dios; le sirva con fidelidad y nunca me aparte de él; por que es digno de ser reverenciado, servido y adorado en espíritu y verdad, sin ínteres vano de honra ni glo­ria mundana. Amen.Dia tercero.La caridad y don de. Sabiduría¡O seráfico varón Francisco! cuyo corazón dulcemente enbriagado en las delicias del divino amor, no cabía en el pecho y se desahogaba en marabillosos saltos, exalaciones al rostro y obras . 8heroicas de caridad con los prógimos, ¡O espíritu amante! que, empapado en el dulce licor de la caridad, extático y fuera de si, recibía altos cono­cimientos de las cosas de Dios por el claro y admi­rable don de la Sabiduria, que le guiaba y servia de regla en sus obras; que aunque penosas se las hacia dulces; y por él ¡O felicisimo Francisco! gozabae de una paz inalterable, propia de un hijo muy amado de Dios. Humildemente te suplico me alcances un amor tan encendido á su divina Magestad, que nada haga si no por Dios, en Dios y para Dios, como tu hacías; una simplicisima y altísima luz del Espiritu Santo, con que conozca las divinas perfecciones y se mueva eficazmente mi voluntad; y una paz como la que tu disfrutabas, con los demas frutos del Espiritu Santo, cuya caridad derramada en mi corazón me comunique el espiritu de adopción de hijo de Dios, que me haga seme­jante á la eterna Sabiduria, como dice el angélico Doctor. Amen,Ría cuarto,La Religión y el Don de piedad.¡O religiosísimo Francisco! cuyo espiritu tenia tan profundamente radicada la virtud de la Relb 9gioir, que con sus agios parece quería compen­sar al Señor los grandes beneficios que le habia hecho. ¡O fidelísimo siervo y amantisimo hijo! tu deseabas con ansia que todos tus poros fuesen bocas para alabar á Dios: tu celal)as su honor y gloria y el decoro de sus templos: tu suspi­rabas por mas amor, para poder amar mas y alabar al Señor. Te ruego, amado Protector mió, me alcances una perfecta virtud de Religión, con que fervoroso tribute cultos á Dios Criador y Señor de todo; un don de piedad que eleve mi afecto á darlos como á amabilísimo Padre; pero tan dulce y compasivo, que se estienda á padres, parientes y pobres; una voluntad caritativa que se esplique en obras de benefi­cencia con los prógimos; y una mansedumbre que temple las iras de los enemigos, para que no sirvan de impedimento á que venga y more en mi alma el espíritu de Dios. Amen.Bia quinto.La Obediencia y Den de Consejo.¡O ejemplarísimo Francisco! ferviente segui­dor de la cruz de Jesucristo, clavado en ella con los clavos de la obediencia y negación de tí mismo hasta la muerte: tan obediente á 10los Prelados, al confesor, á superiores, iguales y aun inferiores, que no se halla en tu vida un acto de propia voluntad, ordenados lodos á amar á Dios, servirle y hacer bien al pró- gimo. Por tan alta perfección le suplico, me alcances el espíritu de negación que aconsejó Jesucristo: que todas mis operaciones las di­rija una obediencia pronta sin detención; sen­cilla sin juicios, discursos, ni aberiguacion de motivos ó intensión en el que manda; una obe­diencia, por fin, entera y sin limitación á la prosperidad ó adversidad, á la salud ó enfer­medad, ni á otra circunstancia alguna. Y si en ocasiones me fuere necesario mandar, aconse­jar ó dirigir las obras agenas, sea dirigido por el don de Consejo, con que las encamine á mayor gloria del Señor y bien de las almas; dando luz al ignorante, fervor al libio, seguridad al dudoso, quietud al turbado, desengaño al errante y aumento de virtud a! justo; cual tu, por ¡este don del divino espíritu, dirigiste muchas almas por el camino de la salvación. Amen.Dia sexto.La Paciencia y Don ele Fortaleza.¡O pacientisimo Francisco! que aun en la 11mayor y mas sensible persecución, que le mo­vieron para privarle del santo hábito, no sen- liste el menor movimiento de ira: que en los du­ros golpes de contradicciones, burlas, bofetadas, calumnias; en intensísimos dolores, enferme­dades y vejaciones, con que prueba Dios á sus escogidos, siempre te halló el Señor íiél y digno de su alabanza, por tu imperturbable resigna­ción y paciencia. Por tus méritos le pido, me alcances una paciencia inalterable en todo traba­jo y tribulación; y que mi alma sea adorna­da con el don de fortaleza y tal constancia en obrar el bien y sufrir el mal, que las cosas mas arduas no sean capaces de quitarme la confianza de evitar el peligro, ó triunfar en el: antes bien; tenga mi espíritu una insacia­ble hambre y sed de justicia, á pesar de las mayores dificultades; y nunca estas me impi­dan conseguir el fin de Ja gloria de Dios y mi salvación. Amen.Día séptimo.La Humildad y Don de Ciéncta.¡O humildísimo Francisco! ¡O'ejemplar porten­toso y admirable de humildad! cuyos ojos, sem­blante, obras y palabras fueron siempre índices 12esnresivos de una profundísima humildad: cuyo espíritu, abismado en el propio conocimiento, se perdía, sin acertar á encontrarse á si mis­mo. Tu hallabas en los otros la utilidad, la virtud, la perfección que no veías en ti; e ilustrado particularmente, haciendo buen uso de estos conocimientos, le elevabas y engolíabas en el inmenso piélago de las divinas perfecciones. Por tu intercesión !O Francisco! conozca yo a Dios y conózcame á mi; conozca mi inutilidad, mi miseria y mi nada, con espíritu humilde seme- ianle ai tuyo; y por tus méritos me de el Señor un claro conocimiento del buen uso que de.)o hacer de las criaturas, para que me lleven a Dios; llorando amargamente lo que hasta el presente hé abusado de ellas y de lodos los dones y beneficios que me ha dispensado; para que reciba mi alma el consuelo prometido por Jesucristo. Amen.Día Octavo.La Castidad.¡O singularísimo héroe de pureza, Francisco! ¡O espíritu probado por el Señor en las mas fuertes batallas! permitiendo Su Magestad qm. fueses envestido con palabras y acciones torpes de encantadoras Sirenas; y molestado de obsce- 15nisimas visiones, con que el demonio intenta­ba manchar la azucena blanca de tu pureza: pero fortaleciéndote, al mismo tiempo con espe­cial gracia que te hizo insensible, como de mármol, para salir de todos los combates corona­do con la preciosa guirnalda de vencedor. Por tus méritos te suplico, que seas mi protector contra el espíritu de impureza, apartes de mi toda ac­ción peligrosa; me consigas gracia con que re­frene mis sentidos y no me deje llevar del atrac­tivo de ideas inductivas al mal; antes bien, atraí­do mi espíritu del amor hermoso á la castidad, se arme, pelee y triunfe de los halagos de la carne y sugestiones del demonio, hasta ser dig­no de que el esposo Jesús se recree en las hermosas flores de las virtudes de mi alma. Amen.Dia nono.El Don de la Perseverancia.¡O amabilísimo protector mió Francisco! espiri- tu verdaderamente fuerte por la divina gracia, siempre constante en el heroico egercicio de las virtudes, á pesar de tantos enemigos y tentacio­nes como le convatieron por toda la vida. ¡O espiritu dulcemente regalado en la hora de la muerte con el suave ósculo.y abrazo del amor14divino! Por tan admirables gracias, con que adornó el Sefíor tu alma, te suplico me alcan­ces el especialisimo don de la perseverancia; aquel inestimable don que me haga permanecer en la justicia y santidad hasta el fin y ulti­mo instante de mi vida; aquella singularísima gracia, sin la que no perseveraría en el bien, v con la que me mantendré en el contra todos los enemigos de mi alma; y el último aliento me ligará en dulce abrazo con mi Dios, vendráá mi su reino su voluntad enAmen.eterno, y perpetuamente haré delicioso é inalterable amor.oHijo que fuiste adoptadoPor María y muy querido-, Be Jesús favorecido, Sednos, Francisco, abogado.Sobre la casa un lucero,A tu feliz nacimiento,Y otra luz en tu aposento, Te anuncian sol verdadero:Lo fuiste; y tan duradero, Que nunca se vió eclipsado. De Jesús...La dura necesidad, La pobreza, te destina15De un Foguero á la oficina; En que tanta es tu piedad, Cuanta la inhumanidad Del Maestro desapiadado...Domingo á su Orden te llama;Lo pretendes fervoroso; Y, aunque el Dragón malicioso Raros urdimbres atrama, Por María, que te ama, Todo fué desenredado...Los Angeles cada instante Te socorren presurosos, Y acompañan obsequiosos, Llevando antorchas delante: En desamparos de amante Por ellos sois consolado...Nuestra madre del Rosario Muchas veces te asislia En la Misa, y fué tu guia Siempre en el confesonario: En trabajos, de ordinario, La mirabas á tu lado...De tu pecho el corazón Toma Jesús cariñoso, Y el suyo pone gozoso: ¡Mistica trasformacion! Que en mar de consolación Os dejaría anegado... En éxtasis Serafín,16Un Aposto! predicando, Eres Doctor confesando, Escribiendo Querubín: Son tus milagros sin fin, Profeta sois comprobado...A tu poder portentoso Ceden dolores, tercianas, Tabardillos y cuartanas. Mal de pechos peligroso, El carbunco malicioso, Y el flujo desenfrenado...Tu benigna caridad No se acabó con la vida; Es, si, mayor: quien la pida, En cualquier necesidad, Probará su actividad, Como muchos la han probado...Ora pro nobis... b ) Vt digni...ORATIO.Deus, qui B. Franciscum, confesorem tuum, superna? charitatis dulcedine perfusum, verbi tui praeconem eximium effecisti: ejus intercesione concede, ut igne tui amoris incensi, in tua dileciione semper vivamus. Per...

Novenario al apostol de Andalucia... Beato Francisco Posadas del Orden de Predicadores

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Novenario al apostol de Andalucia... Beato Francisco Posadas del Orden de Predicadores

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