Este artículo describe las condiciones que han venido instalándose a propósito de la emergencia de una nueva práctica de poder, la gobernabilidad algorítmica, una manera de regulación que como una “a-normatividad” instaura un “imperceptible” estado de dominación y control de las conductas individuales. Según Rouvroy y Berns (2018), la gobernabilidad algorítmica se define como un tipo de racionalidad (a)normativa o (a)política, que se funda en el cultivo, incorporación y análisis automatizado de datos en cantidades masivas, con el objeto de modelizar, predecir e influenciar los posibles comportamientos humanos. Este concepto analiza cómo se constituyen hoy las subjetividades inmersas en estos relacionamientos de poder; “colonizando” el espacio público a través del discurso de la “esfera privada hipertrofiada”, que se manifiesta con el ropaje de la “personalización” de la oferta de información. De allí que, aparentemente obstaculicen los modos deindividuación actuales, más que, posibilitar escenarios de producción subjetiva.