Fil: Mengoni Goñalons, Guillermo L. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; ArgentinaFil:  Mengoni Goñalons, Guillermo L. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Ciencias Antropológicas. Sección Arqueología; ArgentinaFil: Yacobaccio, Hugo Daniel. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Ciencias Antropológicas. Sección Arqueología; Argentina.Incluye mapa

Mengoni Goñalons, Guillermo L.

Yacobaccio, Hugo Daniel

Arqueología

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LAReferencia - Red Federada de Repositorios Institucionales de Publicaciones Científicas Latinoamericanas

ARQUEOLOGIA10 - 2000 193ARQUEOLOGÍA DE CERRODE LOS INDIOSYSUENTORNOGumLermoL.MENGONIGOÑALONS*HucoD. YACOBACCIO*INTRODUCCIÓNa información que aqui presentamos surge delos trabajos de investigación' quedesde 1993 se llevan a cabo, sin interrupción, en la cuenca de los lagos Posadas­Pueyrredón,enel noroeste de Santa Cruz (Aschero 1996 a y b; Ascheroet al. 1999; DeNigris 1999, 2000; Figuerero Torres 1999, 2000; Guráieb 1998, 1999, 2000; MengoniGoñalons 1999;Mengoni Goñalonsy De Nigris 1999;Pereyra y Guráieb 1962;Yacobaccioy Guráieb 1994, 1999).Recientemente, elárea de investigación fue ampliada haciael norte,incorporandoel sector cordillerano surcado porlos ríos Ghio, Jeinemeni y Los Antiguos,dadoel interés por estudiar arqueológicamente el corredor natural que une las cuencasde los lagos Buenos Aires y Posadas-Pueyrredón (Mengoni Goñalons y FiguereroTorres 1999).También seha trabajado en lacuenca cercana delago Salitroso (Goñi 2000;Goñi y Barrientos 2000).Porazones vinculadas con la historia de los estudios arqueológicos en el NO deSanta Cruz, sumadas a consideracioneslogísticas y otras prioridades (ver Aschero eral.1999), los trabajos se concentraron en el relevamiento y excavación de la localidad deCerro delos Indios 1.C11(47?35”43”S,71*43” 0:270 msnm).Esta localidadesun amplioalero rocoso. ubicadoal pie del farallón que presenta la cara norte del cerro homónimo,* Sección Arqueología. Facultad de Filosofia y Letras, UBA.194aunos 3.3km delpueblo de Hipólito Yrigoven (ex Lago Posadas. IGM Hoja4772-28: Figura1). Aquí se incluyen los resultados generales aportados por las diferentes lineas detrabajo desarrolladas en el estudio de la evidencia recuperada en esta localidad.complementada con información de escala regional.Dela evaluación general del registro superficial y subsuperficial de CIsurgenvarios aspectos destacables. Esta localidad presenta una amplia superficie potencial conevidenciasarqueológicas superficiales(de ca.240 m?),cuyaexcavaciónreveló: (a)un altogradopersistencia y congruencia en laocupación de la localidad, y (b) una estructuraciónmarcada del espacio habitado. Estos rasgos se asocian con abundantes y variadasmanifestaciones de arte rupestre correspondientes a algunos de los gruposestilísticosdel Rio Pinturas (Grupos B1, D y E; Ascheroef al. 1999; Gradin ef al. 1979).Los trabajos en Cl1 serealizaron dentro del marco de un proyecto específico parala localidad, cuyos objetivos fueron:* acotar la cronología de las diferentes ocupaciones,determinar el grano de las unidadesestratigráficas documentadas,establecer la resolución temporal y espacial de los episodios de ocupación conteni­dosenellas,* caracterizar los diferentes conjuntos recuperados.eS*Sobrela base de loanterior, nos propusimosdiscutir lanaturaleza y organizaciónde las diferentes ocupaciones en relación con la utilización global de la localidad,midiendo su redundancia y el grado de estructuración del espacio efectivamenteaprovechado (Ascheroef al. 1999).Lostrabajos intensivos de excavación se concentraron en dosáreas diferentesde lasuperficie del alero, denominados Area de Excavación 1(AE1) y Areade Excavación2 (AE2)(Ascheroetal. 1999).En esta última área, AE?, fue dondese focalizaron lastareasdesarrolladas en los últimos años (Figura 2). A partir de ellas seexcavaron, hasta lafecha,11unidades estratigráficas principales (Figuerero Torres, en este volumen: Figura 1).Lasdataciones radiocarbónicas, obtenidas sobre la base de muestras de carbón vegetal delas distintas capas de ambas áreas de excavación, han posibilitado armar un modelocronológicopara la localidad que plantea la existencia de cinco periodos principales deocupación (Ascheroet al. 1999). Estos se pueden agrupar en dos bloques temporales,unotemprano que abarca las ocupaciones comprendidasentre los3.860 y 3.150años A.P.,y otro mástardío entre los 1.810 y 990 años A.P. Lostrabajos que siguen presentaránydiscutirán la evidencia recuperada en el Area de Excavación 2 referibles al bloquetemporaltardío.ARQUEOLOGIA10 - 2000 195CONCEPTOS TEÓRICOSEstos objetivos tuvieron su punto de partida en la hipótesis planteada porAschero (1996 a) respecto del uso de esta localidad como lugar de agregación socialen algunos momentosde la secuencia. La dispersión y agregación poblacional es unrasgo característico de diversas sociedades cazadoras-recolectoras, jugando en éstas unpapel relevante en su organización social y ceremonial (Kelly 1995:213-214). Aquíeltérmino “agregación”hace referencia al fenómenocaracterizado por laconcentración depoblación perteneciente agruposlocales diferentes en un lugar especifico. Independien­temente de los factores que ladeterminan o condicionan (ambientales, sociales, econó­micos o simbólicos), este fenómenotiene ciertas implicacionesfactibles de serestudiadasarqueológicamente. Estas situaciones de agregación y desagregación poblacional ge­neran localidades dominantes, como podría haber sido Cerro de los Indios1.Entendemosportal aun lugarcuya ubicacióninfluye en elemplazamiento de otraslocalidades dentro de un sistema regional de ocupación del espacio y afecta el ordena­miento delas redes de interacción social. Son varios los rasgos que pueden servir paradefinir a una localidad dominante. Los criterios empleados en el caso de CI! son:(a) Una situación de emplazamiento destacada dentro del paisaje. Cll seencuentraa270msnmy desdeélsepuedetenerunavisiónmuyampliadetodalacomarca.Alnoroestese distingue claramente el paisaje hasta unos 55km,al norte se alcanza a ver€lborde de lameseta del lago BuenosAires, distante unos 45 km, y hacia el :ste se divisahasta unos 50 km. A su vezla localidad puede ser vista desde puntos lejanos más bajos,por lo menos desde unos 25 km dedistancia.(b) Unalta densidad de artefactoslíticos y descarte óseo. Por ejemplo, paraalgunas capas se ha calculado una densidad e 11.5 instrumentosliticos/m? y de 50a 175fragmentos óseos/m', para los restos de guanaco. Esto contrasta notablemente con lasdensidadesregistradas para materiales superficiales relevados en las diferentes unida­des geomorfológicas que rodean a la localidad, cuyas densidades oscilan entre 0.004 y0.03 artefactos/m?(esta categoría incluye instrumentos,lascas y núcleos).(c) Una alta diversidad y grado de concentración de arte rupestre. Si bien sedescubrieron otras localidades con arte en el área circundante, tales como aleros ycuevas,ninguno dellos posee la cantidad y variedad de motivos que exhibe CI!1.En elárea que abarca los lagos Posadas y Pueyrredón (hasta el límite con Chile), la SierraColorada y el valle del Ghio, de unos 1900 km?se detectaron hasta el momento untotalde 9 cuevas y9 aleros con signos de ocupación en superficie, ninguno de loscuales posee196la densidad observada en Cll.a pesar de que algunosde estos lugarestienen un tamañocomparable e incluso mayor.Entrabajos anteriores (Yacobaccio y Guráieb 1994, 1999)se observó un aumentoconsiderable en la rasa de ocupaciónde los sitios arqueológicosdel área del Río Pinturasy zonas vecinas hacia el Holocenotardío, particularmentea partir de los 3700 años A.P.Esto está evidenciado por un aumento en la cantidad de lugares ocupados y el númerode capas contenidas en ellos.Esto llevó a plantear, entonces,la posibilidad de que hubieraocurrido un aumento demográfico u otro fenómeno poblacional que incidiera en estacuestión (Yacobaccio y Guráieb 1994). Lo notable es la mayor redundancia en el uso deciertas localidadesy, aparentemente, la ocupación de lugares noempleados en momentosanteriores comoel caso de Cerro de Los indios1.Esto puede responder a usos complejos del espacio regional. Los cazadoresrecolectores poseen formas complejas de organización espacial y uso de localidades. Elespacio es una parte activa en la organización de los cazadoresy refiere a un sisternainterconectado de comportamientos y cogniciones socialmente específicas (Casimir1992).Laterritorialidad en un grupo no esalgofijo, sino que es flexible y se reacomoda,no sólo ante situaciones de estrés ambiental, sino también como consecuencia dediversasrelaciones sociales (Barnard 1992;Williams 1982).Cuandolos territorios están bien definidos sus límites tienen influencia en todoslos aspectos de lavida social. Estas unidadesterritoriales siempre están geográficamentedefinidas y sus límites son generalmente accidentes geográficos notorios, tales comomesetas, ríos, bosques, y otros (Bhanu 1992). A su vez, estosterritorios representanunidades espaciales que concuerdan con las socioeconómicas. Es decir que los indivi­duos que habitan en cada unode estosterritorios tienen derechos de uso específico paraesaárea (Kelly 1995),disponiendo allí de gran parte de losrecursos necesarios. Al mismotiempo, es importante destacar que la movilidad de los miembros de un gruposocial noestá restringida al espacio de su territorio, sino que puede incluir aquellos pertenecientesaotros grupos.Esta situación activa mecanismosde formación de alianzas recíprocas yde intercambio entre losmiembrosde losgrupos que habitan en distintosterritorios peroen lamismaregión (Bhanu 1992;Kelly 1995).Estas consideracionesteóricas nos llevan a plantear que lamovilidad y el uso delespacio en unaescala regional, pudo ser más compleja que ladiscutida tradicionalmenteen Patagoniaentornoal concepto de “nomadismo”(ver Nacuzzi 1998),almenos duranteel Holoceno tardío. Esto contrasta marcadamente con los modelos poblacionalespropuestos para Patagonia(e.g.. Borrero 1994-5),donde sesuponen mecanismos simplesARQUEOLOGÍA10 - 2000 197de usodel espacio, como los referidos a poblaciones madres de las cuales se desprendengrupos derivados que eradualmente van llenando el espacio regional. Asila territoria­lidad surge corno consecuencia del incremento del tamaño de la población. En otros, seplantea un uso punto a punto de ciertas localidades, siendo el espacio intermedioutilizadocomoparte del recorrido entre ellas(e.g., Aschero 19962),dependiendo siemprede factores ambientales condicionanteso de la estructura regional de recursos, especial­mentelos líticos.Las consideracionesreferidas al uso del espacioy la territorialidad plantean lanecesidadde trabajar sobre esta perspectiva teórica y monitorear arqueológicamentelosmodelos resultantes. Esto nos va a permitir calibrar variables tales como la cantidad,tamaño y duración de las ocupaciones, que junto a la variación en la estructuraciónespacio-temporal decada una delas localidades nos permitirá diferenciar lasconsecuen­cias arqueológicas originadas por situaciones de agregación respecto de palimpsestos.En los trabajos que siguen se discute este aspecto, planteándose los acercamientosmetodológicos necesarios para distinguir distintas ocupacionesa lo largo dela historiade usode la localidad.CONCEPTOS INSTRUMENTALESLa arqueología de Patagonia ha puesto énfasis en el análisis de conjuntosartefactualesy restosde faunarecurriendo al empleo de unidadesde definición sistémicay de contenido funcional (e.g., áreas de actividad, sitios de actividades limitadas omúltiples, campamentos, y otros). A partir de ellas se ha interpretadola variabilidad delregistro arqueológico. El estudio de CI! nos dio la posibilidad de explorar otrasalternativas. Desde ya, esto no significó dejar de lado los estudios de conjuntos, ya queestos han sido también desarrollados, especialmente en el análisis lítico, óseo y de arterupestre. Aunquefue necesario inyectar al proyecto de nuevas ideas y un acercamientometodológico queconsiderara los aspectos formacionalesdel registro, especialmente enrelación con el uso continuadodel lugar.El registro arqueológico puede ser estudiado desde diferentes perspectivasteóricas y medir su variabilidad empleando distintos instrumentos. Esto remite alconcepto de “unidades”, cuya definición exige establecer su contenido y escala deaplicación(Ramenofsky Steffen 1998).Poresosu empleosignifica especificarel gradode detalle que implican y la naturaleza de los materiales abarcados por ellas. El grado deresolución e inclusividad que involucran estas unidades son propiedades de la escalaempleada para hacer nuestras observaciones y conducir nuestro análisis (ver FiguereroTorres, en este volumen).198En ese sentido, fue necesario precisar varios conceptos relacionados con laestrategia desarrollada en ladocumentación y análisis del registro arqueológico de Cerrode los Indios 1, requiriéndose al mismo tiempo discutir la proyección quetiene estalocalidad para la arqueologia de la región. La decisión de abocarnosal estudio de lahistoria de la ocupación de esta localidad nos condujo a la definición de una serie deunidades de análisis y también a distinguir las unidades de claro contenido arqueológicode aquellas definidas en términosistémicos. El interés de estudiar el registro arqueoló­gico de CI!concierto grado de detalle partió del convencimiento de quea través de sucomprensiónse podrian discutiralgunos problemas de comúninterés para otroscolegas,tales comola organización de lasactividades cotidianas, su planificación,la tecnologíaque implica su ejecución,y surelación con laconfiguración delregistro arqueológico endiferentes escalas espacio-temporales.Al]respecto hay dos modelos teóricos enfrentados quesintetizan la forma en quese configura el registro arqueológico dentro la perspectiva procesual. Por un lado, losenfoquesdistribucionales (e.g., Ebert 1992: 147, 188-189) enfatizan que lavariabilidad enlos conjuntos, definida -por ejemplo- sobre la base de la variación clinal en la densidadartefactual, es el resultado de ocupaciones discretas que se superponen espacialmente,siendo imposible su distinción. Por otro, los enfoques que ponen su acento en lavariabilidad organizativa uocupacional(e.g., Sullivan 1995),conciben alregistro arqueo­lógico como producto derivado de ocupaciones también discretas aunque no superpues­tas. Ambos modelos generan expectativas observables, respecto de la variación entrelas diferentes concentraciones o conjuntos. En el primer caso, la variabilidad entreconcentraciones suele ser reducida, y por el contrario, en el segundo aquella seríasustancial. En parte, estos dos modelos involucran los conceptos de grano grueso ygrano fino respectivamente (según Binford 1981). El grano grueso representa una bajaresolución y un mayorgrado de inclusividad, y lo opuesto el grano fino. Para los finesde nuestrotrabajo consideramos que el modelo de Sullivan (1995) es el más apropiado.Estasdiferencias planteadas por losmodelos teóricos mencionados proponen unpunto de partida interesante para comparar los resultados obtenidos sobre la base de losestudios de la variabilidad entre conjuntos (Guráieb; De Nigris y Mengoni Goñalons,ambosen este volumen) y la variabilidad espacial intralocal (Figuerero Torres, en estevolumen). Los resultados que se adelantan reflejan parcialmente el estado de avancealcanzado en las investigaciones. En los artículos que siguen se ha puesto énfasis enaquellas variables que han servido para marcar cieftas tendencias en las característicasde los conjuntos analizados o modosen el uso del espacio de la localidad.Delos análisis de los contextoslíticos y óseos que se presentan a continuaciónse desprendenciertas tendencias diferenciales de cambio. En cuanto a los instrumentosARQUEOLOGÍA10 - 2000 199líticos, Guráieb (en este volumen) concluye que hay un patrón tecnológico estable. Estoha permitido plantear que los requerimientos tecnológicos de las actividades que seejecutaron en la localidad fueron similares a través del tiempo. no dando lugar a lanecesidad de variaciones en las estrategias desarrolladas. aunque en los últimosmomentos de la secuencia hay un reemplazo de materias primas equiparándose lafrecuencia de rocas locales y exóticas. En cuanto a los resultados del análisisarqueofaunistico, el guanaco sigue siendo dominante en todo el segmento temporalconsiderado, algo que fue ya observado anteriormente (Mengoni Goñalons 1999). Sinembargo,se verifican modificacionesen las formase intensidad del procesamiento deeste anima] (De Nigris y Mengoni Goñalons, en este volumen).Por su parte, el análisis de estructuración del espacio (Figuerero Torres, en estevolumen) muestra un alto grado de persistencia y congruencia en el uso de rasgos, eindicadoresdeintensidad loque permite concluir que se trata de ocupaciones de medianoplazo. Esto es coherente con la falta de estrés temporal señalada para las estrategiastecnológicaslíticas. Para las ocupaciones más tardías, en cambio, hay una disminuciónen el grado de estructuración que podría correlacionarse con una menorplanificación delas ocupaciones.AGRADECIMIENTOSAgradecemosespecialmente a losdos revisores la lectura cuidadosa ¡e todos lostrabajos y sus acertados comentarios, aunque la versión final es responsabilidad de losautores.NOTA1 Las investigaciones fueron financiadas por varios proyectos UBACYTsucesivos. dirigidosoriginalmente por C. A. Aschero durante los años 92-94, 95-97, y actualmente por G.L.Mengoni Goñalons (TF-97, 98-2000 y F069. 2001-2).2004735'43"FIGURA 1Mapadel área de Lago Posadas, Santa Cruz(reproducido de Mengoni Goñalons, 1999)Eo. Cruz del1000 7Ja 1¡ litó Yrigoyen(ex do Posadas)pe% ñ Bajoy Caracoles>Cerrode lósIndios]FIGURA2Plantadelaocalidadysáre sexcavaciónARQUEOLOGÍA10 - 2000AreadeExcovación2 r uExcavación1Ar odeExcav ción3CerrodelosIndios1LagoPosadas(ProvinciadeSantaCruz)201

Arqueología de Cerro de los Indios y su entorno

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