La esencia de ser profesional de enfermería en tiempos de crisis

Abstract

Comúnmente, las reflexiones de la profesión de enfermería van dirigidas hacia la práctica profesional, tanto desde el eje epistémico, ético y axiológico como de sus principales funciones: cuidar, gerenciar, educar e investigar. Por otro lado, se hace primordial énfasis en quién recibe el cuidado, en los sentimientos del paciente, en la relación interpersonal, en las necesidades que tiene interferidas, y se deja a un lado a la persona que es enfermera, que es un ser que siente, multidimensional (biológico, espiritual, emocional, social e histórico), que deja de cuidar a los suyos por cuidar a otros, para cumplir su función. Esto significa que ser enfermero es sumamente complejo. El presente artículo intenta reflexionar, desde el punto de vista ontológico, sobre la esencia de ser profesional de enfermería —como persona, racional, espiritual y reflexiva—, pues ante las situaciones desagradables que suceden en la cotidianidad de la práctica profesional, en la que día a día se observan expresiones de deshumanización, la conducta de los pares es renunciar a su trabajo en los centros asistenciales, en busca de otros caminos u oficios para obtener una mejor remuneración económica. Pero aún existen profesionales que deciden enfrentar estos tiempos de crisis y destacan que lo más importante de la profesión es la enfermera misma, quien al fortalecer su autoconcepto logrará proporcionar el cuidado humanizado que tanto espera el individuo que busca cuidados enfermeros en las instituciones de salud

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