La Ley General de Educación, promulgada en el año 2003, enfatiza la necesidad de fomentar la participación de los padres de familia en el proceso educativo de sus hijos, teniendo una colaboración y coordinación fluida en las decisiones tomadas en la escuela. Aunque la participación parental en el proceso educativo de sus hijos puede manifestarse de diversas maneras, lo ideal es que exista un complemento entre los roles de los docentes y de los padres de familia, de tal modo que se integre lo realizado en la escuela y en el hogar. La investigación revela que las actitudes positivas de los padres de familia hacia la
lectura podrían relacionarse no solo al desarrollo de la comprensión lectora de sus hijos, sino también al incremento de la motivación y la autoeficacia de estos hacia la lectura