En el Oriente Chaqueño la dinámica del escurrimiento es clave para comprender el funcionamiento del paisaje de la llanura

Neiff, Juan J.

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Revistas UNNE (Universidad Nacional del Nordeste, Argentina)

AMBIENTE SUBTROPICAL, 1: 1-4 (1986)ASPECTOS METODOLOGICOS Y CONCEPTUALES PARA EL CONOCIMIENTO DE LAS AREAS ANEGABLES DEL CHACO ORIENTALJuan J. Neiff(*^En el Oriente Chaqueño la dinámica del escurrimiento es clave para com prender el funcionamiento del paisaje de la llanura.Los cursos de agua son receptores de la resultante de los eventos mete orológicos y de los procesos que transforman el ambiente en los sectores más elevados de sus cuencas (salinización, erosión, prácticas culturales,acción del fuego, etc.).Esta premisa de uso corriente en el manejo de cuencas, requiere algu­nas salvedades al aplicarla a paisajes de llanura subtropical, con cursos ' de agua que salen de cauce durante las fases de grandes lluvias, generando un palco de inundación de recurrencia y duración altamente variables que in fluyen sobre la estructura y dinámica de los ecosistemas comprometidos, in­cluso aquéllos situados en las partes más elevadas de los gradientes topo­gráficos .Es decir, son sistemas de baja vectorialidad que funcionan como recep­tores de estírulos ocurridos en los sectores altos de sus cuencas sólo cuan do los mismos permanecen aislados, pero generan una fuerte acción modelado­ra del paisaje, v.gr.: transfluencias de cuencas ocurridas durante las ere cientes.Es así que estos cursos de agua no son sólo "EFECTO" de procesos ocu­rridos en sus áreas de aporte (como en sistemas vectoriales montañosos), si no a la vez "CAUSA” de importantes transformaciones.Los sistemas autóctonos poseen valiosa información sobre la dinámica del paisaje y su caracterización ecológica adquiere interés en sí misma por la peculiaridad ambiental, aunque también configura un elemento útil para la planificación y utilización racional de los recursos naturales del área.Es de esperar importantes transformaciones ecosistémicas en la próxima década (5) en esta faja de paisaje, que surgirán de la interacción de su po tencialidad productiva, con su posición geográfica y política en cuyo entor no se concentran los principales centros poblacionales de la región chaqué- ña, lo que provoca una demanda creciente de alimentos y materias primas.Esto justifica propender al aprovechamiento racional de los recursos naturales involucrados sobre la base de estudios del medio biofísico, con­frontándolo con enfoques sociales, culturales y económicos.Las llanuras anegables del Chaco Oriental tienen baja a moderada densi dad poblacional, aún en los centros urbanos importantes. Ello es así en gran medida por las restricciones que impone el ambiente a la permanencia del hom bre, especialmente por la reiteración de fases de anegauniento y sequía.Es deseable entonces encontrar una "estrategia" que -basada en el cono cimiento del funcionamiento de las llanuras anegables- permita establecer formas y niveles de compatibilidad hombre/ambiente en distintas unidades de paisaje y en las diferentes fases de un sistema de comportamiento estacio­nal e hiperestacional (7). Este objetivo conlleva la posibilidad de mejorar la calidad de vida con bajo deterioro del ambiente.(*) Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL), Casilla de Correo 291, (3400) Corrientes -Argentina--2-Al presente no existe un paquete tecnológico apropiado para el manejo integrado de las áreas anegable? subtropicales con excepción de experiencias desarrolladas por el Instituto Agrotécnico de la UNNE para el sector agropc cuario.ESQUEMA CONCEPTUALLa información básica que se dispone para interpretar el funcionamien­to del sistema natural es generalmente puntual y fragmentaria; los recursos son muy limitados; las metodologías de reconocimiento y muestreo para llanu ras anegables subtropicales tiene pocos antecedentes -especialmente válidos en las condiciones antes comentadas-.Lo expresado requiere en muchos casos el desarrollo de metodologías a- propiadas e inevitablemente la adecuación de técnicas dentro del contexto de las limitaciones comentadas ( 9).Los métodos clásicos para el Inventario en escala 1:1 de recursos natu rales resultan poco eficientes por el costo que demandan, por las dificulta des logísticas, por la lentitud de los avances y otros aspectos que se con­traponen a la necesidad de interpretar un sistema de alta variabilidad, co­mo es este caso. Es preciso desarrollar investigaciones basadas en elementos y procesos de alto valor diagnóstico, que permitan diagnosticar sobre la di námica del medio natural y la influencia de las actividades humanas (4).Importantes.avances se han producido en los aspectos socio-económico y ambiental de inundaciones y sequías en el Chaco Oriental y ambientes análo­gos (1,2 ) , por lo que nuestro interés recala prioritariamente en la dináirá ca del medio biofísico, a través del estudio de las cuencas autóctonas del Chaco Oriental.Sin embargo, la organización actual de las mismas se halla asociada a la dinámica de los ríos Bermejo y Pilcomayo que arrastran un importante cau dal de sedimentos de la vertiente andina, y que remodelan durante sus des­bordes algunas cuencas autóctonas en estudio. Por tal motivo, colateralmen­te se presta atención a estos ríos alóctonos.Por lo expuesto, se parte de la posibilidad de un reconocimiento inte­grado de la dinámica de las cuencas autóctonas del Oriente Chaqueño. Se to­ma como antecedentes más próximos áL enfoque conceptual de los trabajos de Morello y Adámoli (6); Sioli (11); Naumann (8); Christian & Stewart (3) rea 1izados en diferentes ámbitos y objetivos, y muy especialmente en el proyec to MAB-Chaco Deprimido CLO) .En forma concurrente se analizan los subsistemas climático-hidrológico, litoestructural y biótico, como generadores del subsistema humano-socioeco­nómico, y a su vez receptores de la actividad de este último, integrando el paisaje como geosistema (en el sentido de Sochava)•Las facies de distinta anegabilidad que conforman este paisaje, mere­cen ser consideradas como "subunidadesM (ríos, esteros, bañados, etc.) a ni_ vel de distintos indicadores: grado de ocupación humana y uso de la tierra; potencialidad productiva y de transferencia? producción/consumo/exportación? riqueza, constancia y abundancia de elementos y organismos; e^c.Al mismo tiempo se procura jerarquizar funcionamente indicadorés del dinamismo del paisaje, pudiendo ensayarse el análisis del siguiente comple- Josa) Indicadores_de_recurrencia_Y_de_regularidad_de_eventos como los que se obtieneñ~de"Tas~éstadísticas”pIGviométricas,"hidrológicas, etc., y quepermiten conocer el rango de fluctuación, la amplitud de las ondas y otros.b) In<3icadores_de_discontinuidad_espacial_del_gaisaje; son ejemplos no sólo los~estrüctüraIes~qüe~se~obtéñgan~de~áérofotografías e imágenes satelitarias, sino también la salinidad total y parcial, la concentración de sóli­dos suspendidos en distintas subunidades, la productividad actual, concen­tración y calidad de viviendas, etc.c) Indicadores_efímeros_o_de_cambios_rápidos: como los que se obtienen del análisis químico”y~biótlco dé*"muestras puntuales de agua de un arroyo.Son igualmente valiosos ya que permiten analizar tempranamente las modifica-3-ciones estructurales del sistema y prever cambios en otros componentes; ge­neralmente son indicadores analíticos.d) lG£i£É^2 £2 s_acumulatiyos: como son los análisis dendrocronológicos, los perfiles*~estratlgrlfIcos, análisis de las formas del relieve. En muchoscasos permiten postdecir la secuencia y modalidad de cambios operados en el paisaje. Se trata de indicadores sintéticos.e) í2 ^¿2 §dores_de_ajuste_adaptativo: como el análisis de las estrategias u- tilizadas por el hombre ante sucesivas inundaciones o sequías; las ten­dencias en la modificación estructural entre leñosas y pastizales, etc.Un mismo elemento, evento o proceso del sistema puede contener valor indicador correspondiente a una o más de las "jerarquías" tentativamente propuestas.El objeto no es obviamente "clasificar" indicadores, sino encontrar los conjuntos de mayor información y eficiencia para calificar el funcionamien­to del paisaje.ESQUEMA ORGANIZATIVOTan ambiciosos objetivos requieren la acción multidisciplinaria, aun­que también el compromiso y participación de técnicos, funcionarios y pro­ductores para el ajuste de objetivos, calibración de resultados y demostra­ción de los caminos metodológicos más efectivos.Se han formulado sendos acuerdos de trabajo con organismos interesados en la planificación del aprovechamiento de los recursos naturales del área (Subsecretaria de Recursos Naturales de Chaco y Formosa; Instituto Forestal Nacional; Programa Bajos Submeridionales; Universidad Nacional del Nordes­te) .Tales instituciones, a través de sus representantes, integran un núcleo coordinador junto con el CECOAL para el ajuste de objetivos, diagramación de actividades, uso compartido de medios e información, y para la evaluación periódica de los avances. En este núcleo coordinador se integran según las necesidades asesores, productores y funcionarios.Se trata de un ente honorario, no estructural, cuyas instituciones par ticipantes tienen técnicos propios, y manejan recursos genuinos; conservan la propiedad intelectual de sus trabajos y no asumen responsabilidad ajena a los resultados de los mismos.Las contribuciones que se presentan en el N°1 de AMBIENTE SUBTROPICAL corresponden a una primera aproximación dentro del esquema conceptual pro­puesto. Se espera superar restricciones temáticas y alcanzar un mayor nivel de síntesis en las próximas fases del Proyecto en curso.-4-BIBLIOGRAFIA1. CAPUTO, M.G.? J .E .  HARDOY y H.M. HERZER, 1986. Desastres naturalesy sociedad en América Latina. Grupo Editor Latinoamericano,258 p.2. CONSEJO LATINOAMERICANO DE CIENCIAS SOCIALES (Ed.), 1986. Inundacionesy sociedad. CLACSO, Buenos Aires, 173 p.3. CHRISTIAN, C.S. y G.A. STEWART, 1947. North Australia regional survey.Latherine-Darwin región. General report on land c la ss i f i ca t i on  and development o f  land industr ies.  CSIRO, Melbourne.4. FUENTES GODO, P. et al., 1974. Los suelos inundables de la Cuenca In­ferior del río Bermejo. Informe Convenio CFI-UNNE, Buenos Aires.5. GLIGO, N. y J. MORELLO, 1983. Perspectivas de expansión de la fronteraagropecuaria en el espacio sudamericano. Pp. 21-36. En: Expan­sión de la frontera agropecuaria y medio ambiente en América La­t ina.  CEPAL-PNUMA. Ed. CIFCA, Madrid, 427 p.6. MORELLO, J. y J. ADAMOLI, 1968. Las grandes unidades de vegetación yambiente del Chaco Argentino. I parte: objetivos y metodología. INTA, Serie Fitogeográfica (10), 125 p.7. MORELLO, J.H. y G. HORTT, 1985. Changes in the areal extent of arablefarming stock raising and forestry in the southamerican Chaco. Applied Geography and Development, 25: 109-127.8. NAUMANN, E., 1932. Grundzuge der regionalen Limnologie. Stuttgart:Schweizerbart.9. NEIFF, J.J.; H.J. REBORATTI; M.C. GORLERI y M. BASUALDO, 1985. Impactode las crecientes extraordinarias sobre los bosques fluviales del Bajo Paraguay. Bol. Com. Especial Río Bermejo (Honor. Cam. de Diputados de la Nación), Buenos Aires: 13-30.10. SETOP, 1974. Programa PAMPA DEPRIMIDA, proyecto MAB-CHACO DEPRIMIDO.Reunión Regional sobre Investigaciones Eco l . integradas y las Actividades de Formación en America Latina. México 30/10/74; 17 p., un anexo y mapas.11. SIOLI, H., 1975. Tropical rivers as expressions of their terrestrialenvironments. Pp. 275-288. En: Tropical Ecological Systems Trends in ter rest r ia l  and aquatic research. F.B. Golley & E. Me­dina (Eds.), Springer Verlag, N.Y.

Aspectos metodológicos y conceptuales para el conocimiento de las áreas anegables del Chaco Oriental

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