La sistematización de los procesos de educación Artística que adelantan la corporación Autónoma Forjar (CAF) y el Centro de Promoción y Cultura (CPC), visibiliza los aportes que la experiencia artística hace a la educación popular. Estas organizaciones desarrollan pedagogías alternativas en la zona suroccidental de Kennedy [en Bogotá] para transformar las dinámicas socioculturales [derivadas de las causas históricas que alimentan el conflicto armado interno] que se viven en este sector.
Se propone interpretar estos procesos a través de una lectura sujeto(a)-sujeto(a), per sé una actitud autocrítica periódica, con el fin de aportar a los objetivos que se trazan estas organizaciones, que han logrado pervivir en el tiempo a través de la fórmula escogida -la educación artística- que les ha permitido oxigenarse y reinventarse. Es aquí donde se hace hincapié en que su praxis de educación artística tiene unas apuestas políticas y éticas particulares, que difieren de la de los organismos institucionales que tienen como misión la promoción de mercados culturales. La distancia política de ambas apuestas, permiten involucrar variables conceptuales que dejan entrever los tránsitos y matices de la gestión entre ambas fórmulas de las organizaciones populares. Esto se debe a los contextos de emergencia de ambos procesos organizativos, del desarrollo de capacidades (infraestructura, financiación, relevos generacionales etc.) Y la lectura de realidad, punto de partida de las acciones transformadoras en sus respectivos territorios