El autor mantiene que el proyecto de paz perpetua del abate de Saint-Pierre ha contribuido, en primer lugar, a modificar el sentido de los conceptos de guerra y paz en nuestra cultura. En segundo lugar resulta decisivo para la historia del derecho internacional porque subraya la vía jurídica supranacional en la resolución de los conflictos. Y, en tercer lugar, sirve para perfeccionar la solución federal a los problemas de Europa