Instituto Superior de Relaciones Internacionales "Raúl Roa García"
Abstract
Synthesizing the elements of continuity and rupture present in the international projection of the United States during the administrations of B. Obama, D. Trump and J. Biden to try to contain the increasingly growing influence of China in the current world geopolitical scenario, constitutes the central purpose of our article. As a genuine expression of the transformations and sharpening of the system of contradictions intrinsic to global Capitalism, together with the result of a new correlation of international forces, the international system is gradually reconfigured in the 21st century. A complex and dynamic transition process towards a Multipolar or Apolar world order headed by a group of emerging powers led by China has put the unipolarism led by the traditional Western powers -with the US as the most visible head- in "check". since the end of the 20th century. In this sense, Washington manages the pieces of the world geopolitical board in an eclectic and erratic way in order to respond to the new demands of the historical context in order to recover the spaces of power relatively lost since the beginning of the 2000s.Sintetizar los elementos de continuidad y ruptura presentes en la proyección internacional estadounidense durante las administraciones de Barack Obama, Donald Trump y Joseph Biden para intentar contener la influencia cada vez más creciente de China en el escenario geopolítico mundial actual, constituye el propósito central de nuestro artículo. Como genuina expresión de las transformaciones y la agudización del sistema de contradicciones intrínsecas al Capitalismo global, unido a la resultante de una nueva correlación de las fuerzas internacionales se reconfigura gradualmente el sistema internacional en el siglo XXI. Un complejo y dinámico proceso de tránsito hacia un orden mundial multipolar o apolar encabezado por un conjunto de poderes emergentes liderado por China ha puesto en “jaque” al unipolarismo protagonizado por las potencias occidentales tradicionales –con los EE.UU. como cabeza más visible- desde fines del siglo XX. En este sentido, Washington maneja de manera ecléctica y errática las piezas del tablero geopolítico mundial con la finalidad de responder a las nuevas exigencias del contexto histórico, en aras de recuperar los espacios de poder relativamente perdidos desde inicios de los años 2000