La Oncología Clínica u Oncología Médica (según el término norteamericano o europeo respectivamente), es la
rama de la oncología aplicada a los seres humanos, y su campo de acción es fundamentalmente el diagnóstico,
prevención y tratamiento, integrando el manejo general del paciente portador de cáncer, tanto desde el punto de
vista curativo, como del paliativo.
En el campo diagnóstico de la enfermedad, se utilizan análisis rutinarios de laboratorio, junto a la determinación
de los llamados « marcadores biológicos», séricos: CEA, CA 15.3, CA 125, CA 19.9, etc. y tisulares: receptores
de estrógeno, progesterona, Erb b2, etc., y con técnicas aún más sofisticadas de hibridización y de reacción en
cadena de polimerasas, un diagnóstico más preciso, más específico, y de muy elevada sensibilidad.
Los principios de la Oncología Clínica difieren en el campo del tratamiento. Es por esto que se reconoce el
predominio de la búsqueda de la curación a través de la cirugía, seguida de las radiaciones en sus múltiples
formas, y los recursos médicos, como el uso de agentes antitumorales (quimioterapia, hormonoterapia, uso de
modificadores de la respuesta biológica, etc.