La relevancia de la investigación científica es indudable desde todos los
tiempos, pero mucho más desde la “nueva normalidad” en la que vivimos.
Hoy la sociedad es más consciente que nunca de la importancia
que ésta tiene para el desarrollo de nuevos descubrimientos. La investigación
científica ha demostrado, en estos años de pandemia, de su relevancia
en diferentes ámbitos de la vida. No solo ha cobrado importancia
en el área de la sanidad, con la creación de diferentes vacunas
contra la COVID, también se ha comprobado imprescindible en el ámbito
que nos compete en este libro: las Ciencias de la Comunicación.
Ahora más que nunca, la llegada de las nuevas tecnologías ha convertido
a la comunicación en una actividad dinámica y altamente cambiante.
Profesionales, académicos y el público en general se han visto
obligados a transformar sus hábitos y rutinas para adaptarse a este
nuevo entorno. Por este motivo, la investigación académica debe pensar
y plantear nuevas fórmulas metodológicas que complementen a los enfoques
tradicionales. De tal forma que la calidad que se le presupone a
la investigación venga determinada en gran medida por un buen planteamiento metodológico que asegure el rigor académico exigible
para este tipo de trabajos.
Por tanto, la primera parte de esta obra se presenta como un espacio de
reflexión e intercambio de experiencias entre investigadores del área de
la Comunicación, lo que supone un avance en las técnicas y metodologías
que se implementan ahora y en un futuro cercano. Al mismo
tiempo, este libro pretende ser un punto de referencia para los jóvenes
investigadores para que puedan conocer las tendencias en este campo.
Así, el fin primigenio de este monográfico es poner en valor el diseño
y planificación de las investigaciones, ya sean cuantitativos o cualitativos,
y contribuir de este modo al rigor metodológico, una exigencia
para los académicos de todas las disciplinas