España

Fernando VII, Rey de España, (1784-1833)

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idUS. Depósito de Investigación Universidad de Sevilla

SÍ MANIFIESTO | DE LA JUSTICIA, DE LA IMPORTANCIA Y BE LA NECESIDAD QUE HALLA EL REY NUESTRO SEÑOR PARA OPONERSE Á LA AGRESION DEL USURPADOR BUORAPARTE ) PROCURAR EL REPOSO Y TRANQUILIDAD BE LA LUROPA ¿ Y PROTEGER LOS DERECHOS DE LA HUMANI: BAD Y DE LA RELIGION ) EN ALIANZA Y UNION CON Lo6 " SODERANOS QUE FIRMARON EN “VIENA LA DECLARACION DE 13 DE MARZO DEL: PRESENTE AÑO, CON LICENCIA: SEVILLA. REIMPRESO EN LA IMPRENTA DE PADRINO. +. Año de 1815. SMA > .. E ATA LEVI A nl » > ó 4 14 ee . 5 a 3 1 E . - h dd dl >” ds pr. 0 * . 54 É gl ' de E parte 3 p e, z : y 7] ” a £ A ? a? ; 5 : nn yu j deis pst des: la Voy +1, de * e: y hi Eo? AE ola AS caer Al dos 507 a co ns Má ¿Dé ro de. 5 E : pe ñ en as Le Es y 25 AS 209 aci E a me ; ] a xd aos AS cs 8 a ais | A arena e nairiO Ed A pe ST RARVDOA 0 TERR é Ea ESA ae ¡ardid la E . : : pr , | ¡ vi A se A ENS a A EE OS A A E A 1 ¿ o .A 5d ps no el 4 A 3 E ye A a » «+ sd En STA : >: cd ES 0. 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Eranciay que vió: cortas da, la, serie, de los soberanos. de la. dinastia da Borbon ;- de aquellos soberanos, .que:-nos presenta. la historia «con el:5o= brenombre de-ipiadosos » justos, muy: amados: y: padres: de sus pueblos ;. des, aquellos soberanos. que, ¡sirviendo 2: Diosj y haciéndole servic mantenian. sQs reyitos. en : justicia y paíá y tranquilidad, que hacen, da prospéridad de los: estados y son;el: punto” de: vista. de: todo- Gobierno; de :aquellos; soberanos que. reconacian la responsabilidad del. tiempo; de los, desvelos: y. del.«amor ¿4o:sus. ¡pueblos3. «de: aquellos: sobe ganos y;¡en, fin, que. apoyando. su; gloriac en, la: fólicidad” del sus estados y, leyantaron. su- reyno. del. grado de-una. potem=> cia. de segundo órden al distinguido .cango de dominante? en:la Europa. El. golpe de una. fatal cuchilla «cortó el his € de le. vida e Luis, XVI y; susovinsudesc reales; abandose ado 4. la Francia, buscaron, sur asilo:en el almac do Luis XVIII; y este desgraciado, reymo- fue desde : luégoc teatro sangriento, dela, anarquia y de +las. facciones. Variadas! es-  n diferentes. formas., todas se. convinieron em el sis2 rim sacrificar, la prosperidad pública a. sí conservas bt y ¡sucediéndose, unas; 2, otras «¿bortaron. la ltiraníw Li. -Buona parte. Y: concentraron,¡en su mano', la carbitrarie4 dad,, hasta entonces, exercitada «poromuchose 0029 22 0 A ¡impulsos de, la; seduccion). de la superchetia y dew fuerza; fue. este (hijo, de. Los partidos: «proclamado Empera= dor .por.:los: pueblos. de, Erancia;, y favorecido por la for= tuna dela; guerra obtuvo: el reconocimiento de soberano ¡pot los, diferattrsnostados, de, dan Buropa!c quippes: mí. tenian lex (4) sa poder el alterar los principios eternos de la justicia, mi menos la obligacion de sostenerlos hasta el extremo de aventurar la independencia y conservacion de sus súbditos, primera atencion de los Gobiernos. La España enseñó a to- dos el arte de acabat”cón “el” perturbador del mundo; y á su exemplo, despues de sofocar las rivalidades partici lares, lograron las Potencias reunirse contra el enemigo co». muñ ,sy consertaron la mas justa de las alianzas para res- - tituir 'á la»: Francia: sus legítimos “y «deseados '$oberanos, y derrocar de su !trono al'sacrilego detentador. Fecundo este en recursos , nada'escrupuloso en la'eleccion de los medios, y acostumbrado 4:caracterizar de'tratados los conciertos del fraude y de la violencia, pretendió conjurar la tormenta nego- ciando conmigo: en Valenzay , y fue el fruto ¡de sus arterias la fiumillacion de qué fuesen frustradas. ¡] uzgaba el fémen- tido que podia engañar dos veces, á "que eabia en mi corázon la idea:de comprar la libertad con mengua de Ja salud de mis pueblos y ofensa de la tranquilidad de la Europa! El ciclo no podia dexar de favorecer la empresa de sus primeros so= beranos:, tan reclamada por la: moral, por la Feligion y por la humanidad ;' y: todas empezaron: 4 irespirar' ton “libertad quando vieron sancionados sus deréchos en el tratado de-Pal sis. Hesaqui-los títulos sobre que Buonaparte apoya, su dere= cho á la' corona de Francia, y su pretensión «4 recobrarla, - sostenido por la parte desmoralizada de esta nacion, con Han- to: y dolor de la mas sana, que suspira por viviribaxo' los auspicios del justo y clemente Luis XVII. 112 | Luego que. á esfuerzos de la fidelidad y del valor de la" España, en combinacion con las demas Potencias, se quebran- taron las cadenas que me conúinaron en Valenzay , sali de es- ta residencia: para colocafme en medio de mis vas:llos como un padte en medio de sus hijos. 'A' l4 complacencia, Esprño” des, de verme entre wosotros sé únia el propósito y la dale” esperanza de fep rar en una. larga paz los estragos de la gue- Yra mas desoladora y sangrienta. Nada me 2figis sino 14 di- ficultad de da empresa. La guerra habia: despoblado las pro= Yiactas, comrertido en erialos las tierras mas frumiferás;, obs Sruida au comercio, debilitado las/árcos , corrompido las case J1LA í Ñ “tumbres , alterado la, religion y eñervado las leyes ¡Quantos, quad graves y quan dignos objetos pzra “ocupar la atericion de ún' Soberano, que no ha nacido para si; sino para labrar “la prosperidad de los pueblos que la divina Providencia co- “metió 4 su cuidado y vigilancia! ¡En quan poce tiempo se . destruye la obra de muchos siglos, y quantas dificultades no ofrece “su reparacion! Todas me prometia vencéerlas con la eonstancia , con la paz permanente” y con los desvelos de un gobiérgo paternal protegidos por la Providencia; pero esta por sus stos é incomprehensibles designios há permitido que Buon+parte vuelva á perturbar la Europa, y declararse su enemigo, quebrantando las determinacion:s del tratado de Paris. Asi la guerra que preparó este como sus acuerdos tu» wieton por basa los principios eternos del órden que justifican la “marcha de los Gabinetes, y exímen de toda responsabili- dad sas alíinzas. ' ba | | - El bien y las ventajas de la Francia y de la tranquilidad general fueron el objeto de estas transacciones; para esto res= tituyeron á su trono la dinastia despojada, colocaron en él al justo; al deseado por sus pueblos , al conciliante y pacífico Luís XVIIL, y libertaron al mundo de un conquistador, que no'conociendo otra gloria que la de lá guerra, arruinaba á la Pranció para llevar la desolación dá las naciones que queria subyugar. “. ” 22. pie bs La guerra pues que ha provocado la agresion de Buona- parte, no solo está justificada por la obligacion que tiene to- do soberáno de mantener sus garantias y confederaciones, sino lin nó TN sagrados deberes que le impone la institucion, $ de las soberamtásó rre * La guerra es un mal perniciosó: ningun gobierno 'debe emprenderla' sio para redimir 4 los. pueblos de calamidades iians grandis que las de la misma guerra. Este es el caso, Es- pañoles, en que nos hallamos. Buónaparte despues de so agresion contra li Francia y su legítimo Soberano, y de haber quebrantado el tratado que consintió , SOstiene gue no ha o» fendido á nadie, que lía recobrado sus l-gitimos derechos, que los soberanos no puede ponerlos en disputa, y que Quiere vi- Vis es paz-com' todos. No es 14' paz la que quiere el iovasdr, (6) “quiere sí verse desembarazado de atenciones extrangeras: pare emplear la parte armada de la nacion francesa contra la ma- yor y mas saha pero inerme, de la, misma. Para no omitir género alguno de insulto pretende que se le crea que ya a trabajar por la paz y prosperidad de la Europa, como si esta hubiese olvidado que desde que tomó las riendas del poder se “han renovado constantemente guerras terribles, y las fuentes de la prosperidad pública.se han agotado en todos los paisgs “sometidos a su infyenciay Ó como si pudiese caer en el absur- aos TFT e A É do de imaginar que es capaz Buonaparte de. desprenderse de sus máximas invariablemente observadas. qa r "La España no necesita pedir lecciones a nadie ; en sus fu- “nestos desengaños las tiene harto instructivas, Con dos suertes “de guerra ha sido afligida, por Buonapartez hasta el año_de 1808 la hizo á.su dignidad , 4 los tesoros, 4; las esquadras y 4 los exércitos españoles , haciéndolos servir 4 sus designios; y 4 esto llamó amistad este aliado exterminador. Y para que "nadie se fiase en las seguridades de la gratitud, el mismo año éxercitó en Bayona las maquinaciones bien conocidas del pú- “blico: despues para sostener la obra mas atroz de la perfidia “y de la violencia derramó la desolacion y el .estrago sobre las FP, “provincias de esta nacion, y, la trató como 4 una propiedad “libre de que puede disponer su. dueño en favor de quien le “parece, con las condiciones de su arbitrio. Buonaparte no sé ha desmentido: señala su nueya époza sacrificando 4 sy va- “nidad el Soberano legítimo € idolatrado de lá Erancia,. y l2 Tibettad de esta Potencia, poniéndose al frente de una facciob “interésada en continuar los estragos de la, humanidad. Buonaz “parte desde la capital de la Francia dice á, todas las nacios -. nes, no me ereais , habeis transigido en las paces, precedentes “con vuestros intereses los mas preciosos, y con; vuestros, debe; res los mas sagrados, para comprar la tranquilidad, de, lo? ueblos; pero estos han quedado burlados. Buona parte desde la residencia del trono frances dice á los soberanos, contra vues- tra conviccion reconocisteis en otro tiempo mis derechos usur; pados, y me permitisteis sentar entre vosotros» Y el resultado no ha sido otro que el de alimentar. mi.vanidad y, mi ambiz cion. Budnapartedice en, fin, al mundo, todas cotas, comia? $ “ventajoso y ds | O “éencias han sido despreciadas por un hombre sin fe y sin leya que no halla medio entre su exterminio y el del género humano. En tales circusntancias nadie puede vacilar en la elección del partido: toda la Europa ha tomado el mas seguro, el más el mas honorífico. Las desconílanzas entre las Po- desaparecido, sus intereses ya estan asociados por el riesgo comun. La Prusia no será pasiva espectadora de los veveses del Austria. EY Austria no mirará con: indiferencia la suerte de la Prusia. La: Rusia no! permitirá. que la paste: del inediodia de la Europa se distribuya en heredamientos para alimentar esclavos coronados. La Inglaterra persistirá en que ho comparezca de nuevo en la escena de los soberanos el tu- merario Buonaparte, que se atrevió 4 dar leyes 4 los mares, uando todos los navios de Francia estaban encadenados en sus puertos; Y €N fin-Jos soberanos, bien persuadidos de que la generosidad noes un correctivo para las armas. de cierto temple, no darán oidos sino a las reclamaciones de la justicia y de la salud pública, que es la ley suprema de los. Gobiernos» == Aquií teneis, Españoles, una guerra ordenada por esta leye ella es inocente y perfectamente justa, porque esta;¡ calculada para el tien de los pueblos y seguridad de los soberanos; lla» videncia y por las leyes fundamentales para amados por la Pro gobernarlos. Tambien es prudente, porque los medios que han tómado, y siguen tomando las Potencias combinadas para re- «onquistar la paz de la Europa, son conformes a la gravedad SA da idipobénn ¿ja de la empresa; y sobre todo. es, necesarias porq de los cuerpos de las naciones, asi como los individuos ; no pueden desentenderse de la ley de la conservacion, hi.tran= sigir sobre su defensa contra el perturbador de la tranquili= dad del mundo. | apt No parte la necesidad de la guerra de este solo principio; 14 teneis, Españoles, Y muy imperiosa! de luchar cóbiga ebiata, tor que fraguó el impio plan para arruinar la obra de Jesu- Ciitisto, y acabar en dos 6 quatro'años la que él Hamó. en sus: instrucciones 4 Cervelloni, fábrica del engaño y de la: pre= ocupacion. Este es Buonaparte, que no contento con ser el orí= gen de las calamidades , quiere que se sufran sin apoyo, sin consuele, sin esperanza de una mejor suerte, sia los socorros t > tencias han (8 , ¿en fia: de la tierna; oficiosa y 2% relfgion católica. No convienen 4 Napoleon unos dogmas que condenan el derecho de la fuerza, único que reconoce; unos dogm.s que predican la justicia: y la:equidad , no pueden agradar al usurpador, de los tronos ¿no convienen en. fin 4 quien sostiene que los nom- bres de justo, équitativo y virtuoso pertenecen exclusivamen: te á los conquistadores. a | | La justicia , Españoles, la prudenciz, la ley de la defen- sa y la religion ordenan esta guerra para redimir 4 la Fran- 'cia,y á su trono del yugo de:Ja opresion baxo que gimen, y para conquistar: la tranquilidad y reposo del mundo. Los con- “sejos de la ambicion no han tenido la menor influencia en taB íntegro tribunal. La Francia. no será desmembrada ni en sus «plazas ni en sus provincias. Sus límites serán religiosamente respetados; y- para que los exércitos, auxiliares, no sienten el pis «dentro de“ellos , no necesita la. Francia de, mas impulso. que - sreflextohar sobre:el ultraje que se izroga 4.su dignidad nacio- nal, haciéndola un objeto del juguete y burla de las faccio- nes; que una nacion empieza a ser esclava desde que pierde los reyes llamados por sus leyes fundamentales; y que el ver, con apática indiferencia: el. cambio, de.un Rey, padre de sus pueblos por un monstruo que $e nutre de sangre humana, es la mas torpe de las especulaciones. | Bien conozco la autoridad que me compete de declarar y hacer la guerra. Estoy seguro de que mis vasallos descansa-, rán en la! confiinza de que un Rey, que funda su felicidad en, la de sus pueblos», no puede. emprender la guerra sio el dolor; de vérsé en la precision de defenderlos. Pero he querido, ¡la-, maté mi auxilio la fuerza de la conviccion, para afianzar, la reputacion de justo en el concepto de las naciones, para, vigorizar el valor de mis tropas y estimular la, generosidad , de “los pudientesi, «sostener ¿la generosidad, de todos en los; trabajos devesta fatalidad , y para que, sañtificada la guerras, todos! esperen en «el auxilio del distribuidor de las victorias. ; De'mi' Real Palacio de Madrid á 2 de Mayo de 1815: = É Eirmado Fernando, —Refrendado Pedro Cevallos. IMA 

Manifiesto de la justicia, de la importancia y de la necesidad que halla el Rey Nuestro Señor para oponerse a la agresion del usurpador Buonaparte, procurar el reposo y tranquilidad de la Europa y proteger los derechos de la humanidad y de la religion, en alianza y unión con los soberanos que firmaron en Viena la declaracion de 13 de marzo del presente año

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