Tradicionalmente, la principal forma de cuantificar la calidad de visión ha sido a través de la agudeza visual. Sin embargo, en la vida cotidiana no se observa constantemente estímulos de máximo contraste como son los test de AV, es por ello que necesitamos de otras pruebas para conocer mejor la calidad de visión de un determinado paciente. La sensibilidad al contraste (SC) nos da información de cuanto contraste necesita una persona para poder diferenciar un estímulo. Los test de SC nos pueden proporcionar información útil como revelarnos en determinadas condiciones una pérdida visual no identificable mediante la medida de la AV, proporcionándonos otro método de seguimiento de los tratamientos y dotándonos de una mejor comprensión de las deficiencias visuales que enfrentan las personas con discapacidad visual. Existen dos formas básicas de valorar el contraste: por medio de redes sinusoidales o por medio de letras de contraste decreciente. Este trabajo se centra en conocer los distintos parámetros que influencian las medidas de la SC, así como comparar los resultados obtenidos con tres instrumentos diferentes, de los cuales uno es de letras y los otros dos de redes sinusoidales, y ver la correlación existente entre ellos. También se llevó a cabo una segunda medida en los sujetos que accedieron a ello, para conocer la reproducibilidad de estos instrumentos, mediante la comparación de los resultados obtenidos por los mismos en el primer y el segundo día.<br /
