Desde que se propagó la pandemia por la Covid-19, se ha revalorizado el rol de la familia en las tareas educativas y se hace más indispensable la co-implicación del centro escolar y contexto familiar para la consecución de los retos educativos. La nueva situación requiere de la reorganización y el uso de las rutinas como medio de planificación de las actividades educativas, laborales y familiares. En el siguiente trabajo realizamos una exposición de las actuales oscilaciones sociales y cómo la familia y la escuela deben afrontar la nueva realidad promoviendo conductas adaptativas ante las circunstancias adversas. En estos momentos se deben estudiar estrategias para pivotar redes educativas entre todos los agentes implicados