Bachmann, Lía

Blanco, Jorge

Carabajal, María Inés

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Revistas Científicas de Filo (Facultad de Filosofía y Letras, UBA - Universidad de Buenos Aires)

ESPACIOS de crítica y producción 59 4Subsecretaría de Políticas Ambientales,  Facultad de Filosofía y Letras, UBA.politicas.ambiental@filo.uba.arJorge Blanco Lía BachmannMaría Inés CarabajalINTRODUCCIÓNA lo largo de las últimas décadas los temas ambientales se han insta-lado en las agendas políticas y sociales, tanto en la Argentina como en el resto del mundo. El cambio climático, la contaminación am-biental, las disputas en torno al acceso y uso de los bienes comunes —así como del agua o los bosques, los riesgos ambientales, las modalidades do-minantes de expansión urbana y los modelos de movilidad— son algunas de las problemáticas que más afectan a la población. Estas disputas se en-marcan en una discusión más general acerca de las formas de valoración, apropiación y usos de los territorios, en las que la dimensión ambiental se presenta como coconstitutiva, y que habilitan una agenda que pasa de la protección y conservación de la naturaleza, a una inquietud sobre el futuro que conlleva la necesidad de construcción de nuevos modelos de desa-rrollo socioambientales, que sean equitativos y sostenibles. Este escenario impone grandes desafíos para pensar posibles soluciones y/o alternativas a la crisis ambiental que atravesamos como civilización.Los espacios de producción de conocimiento, como las universidades, cumplen un rol central en reflexionar críticamente sobre las problemáti-cas socioambientales que articulan lo global y lo local y configurar creati-vamente alternativas de futuro(s), escenarios de posibilidad, para enfrentar la complejidad inherente a la cuestión ambiental. Asumiendo activamente este desafío, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA) creó en 2022 la Subsecretaría de Políticas Ambientales para potenciar el trabajo que vienen realizando los equipos de investiga-ción, docencia, extensión y activismo de esta casa de estudios. Uno de los propósitos centrales de la Subsecretaría es articular y poner en diálogo la Aportes de las Humanidades y las Ciencias Sociales a la construcción  de políticas ambientales desde  la Facultad de Filosofía y LetrasESPACIOS de crítica y producción 59 5IntroducciónJorge Blanco, Lía Bachmann y María Inés Carabajalproducción de conocimientos, experiencias y prácticas que se generan en la comunidad de la Facultad y brindarles mayor visibilidad en los debates públicos. La diversidad de perspectivas y los diferentes abordajes de cada una de las carreras de la facultad —Artes, Bibliotecología y Ciencias de la In-formación, Ciencias Antropológicas, Ciencias de la Educación, Edición, Filo-sofía, Geografía, Historia, Letras y Lenguas y Literaturas Clásicas— imponen grandes desafíos que no siempre facilitan un conocimiento transversal; por lo tanto, la puesta en diálogo de las distintas miradas potenciará la riqueza interdisciplinaria necesaria para construir conocimiento colectivo en línea con las demandas sociales. Asimismo, atendiendo al compromiso de la Fa-cultad con la comunidad en la cual se encuentra inmersa, se considera clave la promoción de instancias de articulación social y la promoción de enfo-ques interculturales y transdisciplinarios que permitan la colaboración entre la comunidad de la facultad y los diversos actores sociales. En este sentido, el presente trabajo tiene como objetivo general dar cuenta de algunos de los aportes de las Humanidades y Ciencias Sociales a la cuestión ambiental y su importancia como tema de indagación y análisis en el contexto actual. Luego se presentarán las principales líneas de trabajo de la Subsecretaría de Políticas Ambientales y algunas reflexiones que surgen de su incipiente creación, que aportan al debate y a la visibilización de la diversidad de abor-dajes en investigación, extensión, docencia y activismo que se lleva a cabo desde esta casa de estudios.Aportes de las Humanidades y las Ciencias Sociales  a la cuestión ambientalDesde hace algunas décadas la cuestión ambiental fue ganando mayor visibilidad, tanto por las múltiples dimensiones que abarcan los problemas globales —como las desigualdades sociales, los conflictos socioambienta-les, los extractivismos— como por los diversos impactos que estos procesos traen aparejados en los territorios. En tal sentido, las actividades humanas han afectado en tal magnitud a los ecosistemas que se está debatiendo actualmente si ingresamos a una nueva época geológica, el Antropoceno. Muchas de las discusiones alrededor de la cuestión ambiental ponen en el centro de la escena las consecuencias negativas e inesperadas del avance tecnológico, la modernidad, el desarrollo y el sistema capitalista de produc-ción, circulación y consumo. En este contexto, los análisis y las reflexiones so-ESPACIOS de crítica y producción 59 6IntroducciónJorge Blanco, Lía Bachmann y María Inés Carabajalbre las dimensiones humanas y sociales de estos procesos se tornan claves para pensar posibles soluciones, como también para generar alternativas a la crisis de escalas mayores que estamos atravesando.Las Ciencias Sociales y Humanas tienen mucho para aportar a los deba-tes ambientales, fundamentalmente porque dan cuenta de la dimensión socialmente construida de estos fenómenos, situada en el análisis de la rela-ción sociedad-naturaleza. Es decir, cómo los seres humanos se vinculan con su entorno, las formas de oposición e integración entre ambos términos, las diferentes valorizaciones prácticas y simbólicas de “la naturaleza”, las re-laciones de poder, la diversidad de visiones de mundo y formas de habitar los territorios que, en su conjunto, son procesos históricos y culturalmente situados. Asimismo, las Ciencias Sociales y las Humanidades emplazan sus investigaciones en las comunidades más afectadas por los impactos de los cambios ambientales, dando cuenta de su configuración social, política y económica. En este sentido, la escala local y situada de la construcción de conocimiento permite poner en diálogo y tensión las dinámicas de los siste-mas globales y su expresión territorial, las diferentes valoraciones de la natu-raleza y las nuevas demandas ambientales que surgen de los movimientos sociales frente a las actividades extractivas y depredadoras de la naturaleza. Sin embargo, las Ciencias Sociales no se limitan a una mirada local de los problemas ambientales. Las problemáticas socioambientales plantean de-safíos en diversas escalas, con configuraciones múltiples que, solo a modo de ejemplo, pueden incluir cuencas hidrográficas, corredores de conecti-vidad biológica y de movilidad, regiones metropolitanas extensas, áreas productivas homogéneas, regiones costeras de extensión y conformación diversa, etc. El debate territorial y ambiental involucra los modelos de de-sarrollo y llama la atención hacia las diversas lentes que usamos para mirar los problemas, poniendo en relación lo local y los proyectos regionales y nacionales.Más allá de estas importantes aportaciones, la complejidad de la cues-tión ambiental requiere de enfoques transdisciplinarios donde la colabora-ción entre las múltiples disciplinas, actores sociales e institucionales y sec-tores políticos se torna un gran desafío. Ninguna disciplina ni grupo social puede afrontar la crisis ambiental de manera aislada; todo lo contrario, es hora de construir aprendizajes colaborativos, participativos y de incluir otras formas de conocimiento.Este marco general sirve de encuadre para el presente dossier de la revista Espacios de Crítica y Producción. Como podemos leer a lo largo de los artícu-ESPACIOS de crítica y producción 59 7IntroducciónJorge Blanco, Lía Bachmann y María Inés Carabajallos que lo integran, la comunidad de Filo en su conjunto viene realizando importantes y diversas contribuciones para pensar y abordar la complejidad de la cuestión ambiental. Por eso desde la Subsecretaría de Políticas Am-bientales asumimos con gran entusiasmo el camino de poner en diálogo estas perspectivas, visibilizar estos recorridos y generar instancias colabora-tivas que potencien la creación de redes inter/transdisciplinarias de produc-ción de conocimiento participativo.La creación de la Subsecretaría de Políticas Ambientales como innovación institucionalLa creación de un espacio específico para las cuestiones ambientales en la gestión de la Facultad resulta una política innovadora y anticipatoria, ya que aún es limitado este tipo de espacios institucionales en las universida-des. El carácter anticipatorio visualiza una creciente importancia futura de las cuestiones ambientales en la agenda política, social, de investigación y educativa. Esta agenda impregna, es alimentada por e interpela a las prácti-cas de la cotidianeidad. Es, entonces, con la intención de que la comunidad de la Facultad de Filosofía y Letras tenga una posición activa en el debate ambiental, contribuya a la crítica y a la producción de políticas públicas y promueva y explicite las prácticas de activismo ambiental de sus miembros, que se creó la Subsecretaría de Políticas Ambientales en nuestra facultad.La producción de conocimiento y experiencias  de la comunidad de Filosofía y LetrasComo se ha señalado, una primera línea de acción de la Subsecretaría es la articulación interdisciplinaria de equipos de investigación, docencia, extensión, transferencia y activismo de Filosofía y Letras. En esta línea, se gestó el presente número de la revista Espacios de Crítica y Producción, con el fin de presentar algunas muestras de las preocupacio-nes, reflexiones y producciones sobre temas ambientales generadas en el marco de la Facultad. Aspiramos a una socialización amplia de esos debates para un enriquecimiento colectivo. La complejidad y diversidad de los problemas ambientales contempo-ráneos requiere de la multiplicidad de aportes que solo pueden brindar los ESPACIOS de crítica y producción 59 8IntroducciónJorge Blanco, Lía Bachmann y María Inés Carabajalespacios interdisciplinarios. Las trayectorias de las distintas disciplinas tienen elementos comunes propios de los debates característicos de las Humani-dades y las Ciencias Sociales tanto como especificidades originadas en las miradas angulares que proponen las diferentes disciplinas. En la sección “¿Cómo llegamos hasta acá?”, los aportes presentados versan sobre diversos tópicos que desarrollan preocupaciones en torno a los debates sobre una nueva época geológica signada por los seres humanos, como es el Antro-poceno, el surgimiento del concepto, las percepciones acerca de las trans-formaciones territoriales y la diversidad de miradas culturales; la vulnerabili-dad social y las perspectivas desnaturalizantes de los desastres; la relevancia de las modalidades colaborativas para la producción de conocimiento am-biental; y reflexiones en torno a la dimensión política de lo ambiental.Pero no solo se tratan las investigaciones en formato académico. Tam-bién hay una interesante variedad de experiencias de extensión y transfe-rencia que enriquecen las perspectivas teóricas y, al mismo tiempo, dan cuenta de caminos posibles para las prácticas y experiencias transformado-ras. Conjuntos de saberes, prácticas y experiencias deberían contribuir para constituir Filo como ámbito de debate sobre políticas ambientales, así como para difundir las múltiples voces de nuestra comunidad en la esfera pública. La Educación Ambiental IntegralLa educación ambiental, la segunda línea de acción de la Subsecreta-ría, es sin duda un proceso clave para encarar la realidad ambiental actual. Basta con ver su centralidad en múltiples ámbitos escolares formales y no formales, en organizaciones sociales, en la difusión y visibilización de proble-mas ambientales, en la prevención y el mitigamiento de sus efectos y en las agendas políticas y sociales. La integralidad y la educación ambiental se tornan indisociables, en tanto se trata de un proceso de formación permanente, transversal, que requiere de miradas amplias, diversidad de saberes, generación de diálogos y acuer-dos. Se plantea el impulso de una educación ambiental integral superadora de visiones parcializadas, que integra definitivamente las dimensiones natu-ral, social, cultural, política, ética, para la construcción de ciudadanía y de una sociedad que pueda ejercer el derecho a un ambiente sano. Se torna central situar la educación ambiental en un mundo en el cual estos temas atravie-ESPACIOS de crítica y producción 59 9IntroducciónJorge Blanco, Lía Bachmann y María Inés Carabajalsan vidas cotidianas, culturas, sistemas de producción, de gobernabilidad, en la actualidad y en futuros cercanos y no tan cercanos. En este sentido, en las producciones presentadas en la sección “Educa-ción Ambiental Integral en acción”, se reflexiona críticamente sobre enfo-ques y prácticas de la EAI, en particular en las escuelas; sobre la Ley 27.621 para la Implementación de la Educación Ambiental Integral en la República Argentina; los sentidos de la integralidad de la EAI y sus vínculos con la Edu-cación Sexual Integral (ESI); y los significados y trayectorias sobre la forma-ción en cuestiones ambientales. La Ley incluye una Estrategia Nacional para la Sustentabilidad en las Uni-versidades Argentinas (ENSUA) que tiene como objetivo promover la ges-tión en las universidades públicas y privadas de todo el territorio nacional, a los fines de que dichas instituciones tengan herramientas para decidir in-corporar la dimensión ambiental en todos los ámbitos que hacen a la vida universitaria, desde lo curricular a la gestión edilicia, la extensión y la inves-tigación, con miras a la construcción de una cultura ambiental universitaria.Acorde a lo expresado en la Ley 27.621, desde la Subsecretaría se bus-ca acompañar tanto lo propuesto sobre la Estrategia Nacional para la Sus-tentabilidad en las Universidades Argentinas (ENSUA) como todos aquellos aportes que pueda generar la Facultad en tanto institución educativa como parte integrante de la comunidad, desde una mirada amplia sobre las nece-sidades y posibilidades de constituir condiciones de vida ambientalmente más justas.Habitar Filo: infraestructura y prácticas sociales Una tercera línea de acción de la Subsecretaría se refiere a las modali-dades del habitar la facultad. Remite a la reflexión y a la acción sobre las prácticas cotidianas de estudiar, trabajar y compartir en las distintas sedes de Filosofía y Letras. Nos interroga como institución y como colectivo que comparte cotidianeidad en la facultad. En este sentido, se viene desarrollando la experiencia pionera de Filo Recicla, que ha promovido la separación de residuos reciclables en ciertas áreas del edificio de Puan (“Siete años promoviendo sustentabilidad en Filo” 2015-2022, de Alexander Portugheis) y ha organizado un circuito de reco-lección con trabajadorxs de una cooperativa de recicladorxs urbanxs. Esta ESPACIOS de crítica y producción 59 10IntroducciónJorge Blanco, Lía Bachmann y María Inés Carabajalexperiencia ha implicado un trabajo dedicado con lxs propixs trabajadorxs de la facultad para acordar un compromiso colectivo. Otras reflexiones y experiencias variadas, valiosas y concretas vinculadas a la valorización, el acceso y las percepciones acerca del Río de la Plata en CABA, y a conflictos socioambientales y manejo de bancos de semillas en el noreste argentino, se presentan en la sección “Miradas situadas”.Llevar más a fondo esta iniciativa e incorporar un amplio abanico de pro-cesos y formas sustentables de habitar la facultad requiere de un acuerdo colectivo, un consenso sobre la necesidad y la viabilidad de prácticas que se construyen a lo largo del tiempo. Estos consensos pueden extenderse a otros aspectos ambientales relevantes como el uso de la energía y del agua, la ampliación del espectro de materiales a reciclar, la reconversión de la in-fraestructura edilicia hacia un modelo de mayor sustentabilidad o la facili-tación de una mejor accesibilidad asociada con una movilidad sustentable. En este sentido, cada una de las sedes de la Facultad tiene sus propias par-ticularidades para la implementación de esos acuerdos sobre las prácticas ambientales que habrá que considerar.En conjunto, el dossier de la revista Espacios de Crítica y Producción nos permite observar un estado de situación activo de la investigación, la do-cencia, la transferencia y la extensión en temas ambientales de la comuni-dad de Filosofía y Letras. Lo tomamos como una muestra y como un primer momento de socialización colectiva, asumiendo el compromiso de enri-quecerlo, ampliarlo y profundizarlo para potenciar las voces de Filo en el debate público.

Aportes de las Humanidades y las Ciencias Sociales a la construcción de políticas ambientales desde la Facultad de Filosofía y Letras

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