La literatura sobre estructura productiva y crecimiento económico muestra la relevancia de la industria en la expansión del PIB en países desarrollados y en desarrollo. Estudios recientes indican que el sector de los servicios modernos (servicios profesionales) contribuye a la innovación, al aumento de la productividad y, en consecuencia, al crecimiento económico. Este artículo plantea una discusión teórica sobre la importancia del sector de los servicios modernos para América Latina a fin de actualizar la tesis central del enfoque estructuralista latinoamericano. Los datos indican que, aun en el contexto de una transformación productiva caracterizada por una menor participación de la manufactura y el auge del sector terciario, se perpetúa la división internacional del trabajo, sobre la base de la relación centro-periferia. Los resultados muestran que el pensamiento estructuralista resulta adecuado para explicar el persistente subdesarrollo de los países latinoamericanos desde una perspectiva centrada en la economía de servicios