El problema de la ubicación genérica de No hay cosa como callar de Calderón es uno de los más discutidos por los comediantes. Frente a los que consideran esta obra como una tragedia (por ejemplo, Ignacio Arellano en dos artículos de 2013 y 2018), hay los que abogan por su estatuto de comedia, como el autor del presente artículo, que prolonga aquí su interpretación de 2015. A partir de un examen detallado de los itinerarios de los dos principales protagonistas, don Juan de Mendoza y Leonor de Silva, concluye que esta pieza se inscribe perfectamente en el conjunto muy homogéneo de las comedias de capa y espada calderonianas, con su específica forma de comicidad (tan diferente de la comicidad lopesca o tirsiana), con su promoción, en el nivel ideológico, del nuevo papel de la mujer en la división del trabajo honorífico y con su intensificación, en el nivel dramático, del papel del azar.The question of generic identification of No hay cosa como callar of Calderón is one of the most discussed by the comediantes. Against the ones who are considering this play as a tragedy (for example, Ignacio Arellano in two papers from 2013 and 2018) are the other ones who argue in favor of it being a comedy, and that’s the case of who is writing the present paper, and is extending that way his initial interpretation daring back to 2015. Beginning with a detailed analysis of the dramatic trajectories of the two protagonists, don Juan de Mendoza and Leonor de Silva, the investigator comes to the conclusion that this play integrates very well the characteristics of calderonian comedies of capa y espada, with their specific way of comicality (very different from Lope’s or Tirso’s style), with their ideological promotion of the women’s role in the división of honorific work, and their dramatic intensification of chance and good fortune’s function