Desde principios del siglo XX el aumento de la población en Canarias, sumado al auge del turismo en las islas, ha tenido como consecuencia un aumento en la generación, y, por tanto, en la gestión de residuos. Desde entonces la legislación se ha ido adaptando a los tiempos y necesidades, por lo que nos debemos preguntar ¿De qué manera ha evolucionado la gestión de los residuos en Canarias? ¿Cuál será el futuro de la gestión, valorización y gobernanza de los residuos en el archipiélago? Los retos de este nuevo milenio están precedidos los esfuerzos que se han venido haciendo de hace décadas, y esta segunda década del milenio ha sido un punto de inflexión atenuado por la pandemia mundial vivida y con la mirada puesta en las metas establecidas en 2030. Nos enfrentamos pues al mayor reto del ser humano nunca antes visto, sobrevivir a sí mismo. Para esto, la forma de vida está cambiando, uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos es nuestra forma de producción lineal y nuestra generación de residuos. En Canarias, dada sus características es necesario adaptar las medidas a nuestro territorio y nuestra forma de vida, dando espacio a un cambio hacia una economía circular y una gestión de los residuos óptima, acorde con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030
