Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra
Abstract
La política educativa de la Unión Europea en
los últimos veinte años ha buscado dos objetivos centrales:
forjar en los ciudadanos la conciencia europea y
capacitarlos para hacer de Europa la economía basada
en el conocimiento más dinámica y competitiva del
mundo. La educación se concibe como el instrumento
más eficaz para enfrentarse a los retos actuales de Europa
en un contexto de globalización y crisis económica.
Se necesita, pues, plantear la orientación adecuada a la
educación europea en estos momentos de encrucijada.
La hipótesis de este artículo es que la política educativa
planteada a nivel europeo no responde con rigor y profundidad
a los retos actuales de Europa pues se supedita
predominantemente a un objetivo económico de
progreso y crecimiento y a la formación profesional sin
proponer una formación integral en clave ética que logre
paliar las profundas fallas morales de la actual situación
de crisis que tienen en el nihilismo y el relativismo moral
su caldo de cultivo