Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra
Abstract
Michel Villey dedicó toda su fructífera vida de investigador y de
maestro a redescubrir el camino clásico, perdido entre las
fragosidades del nominalismo, de donde pretendió salir la moderna
filosofía del derecho que, con la razón humana autónoma, ha
creado monstruos con los que han querido dar vida a los caprichos
irracionales y utópicos del voluntarismo. Trató de mostrar, a la
fIlosofía contemporánea, la encrucijada a partir de la cual se podría
retornar el buen camino. Algunos lo vislumbran hoy en los valores
que hallan en las cosas, pero no acaban de reencontrarlo.
¡Dios premie al maestro!, que no sintió ningún temor en
proclamarse tomista, ¡cuando la mayor parte del clero "pasaba" de
Santo Tomas!.
El mismo me contó -hace años- que, cuando llegó a la cátedra
de historia de la filosofía del derecho de la Universidad de Paris,casi todos sus alumnos eran marxistas; pero que, a la sazón, si
bien la mitad seguían siéndolo, la otra mitad eran tomistas.
Su valentía intelectual, al ir contra la corriente de la opinión que
se exhibe y grita dogmáticamente desde los mass media, es muy
meritoria, tanto o mucho más difícil, a veces, que el valor físico. El
supo tenerla sin al baracas ni crispaciones; sino serenamente
apoyándose en datos reales y en sólidos argumentos, merecedores,
por lo menos, del mayor respeto