Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra
Abstract
El estudio reflexiona sobre la
afirmación de Gaudium et spes, n. 22:
«Cristo manifiesta el hombre al propio
hombre». Una lectura demasiado simple,
meramente asimilativa, de la expresión
podría llevar a entender el ser humano
como simple reflejo de Cristo,
como Cristo lo es de Dios. Esto es un
error, ya que desde el punto de vista
noético hay una significativa discontinuidad
entre el hombre y Cristo, y entre
Cristo y Dios. De ahí que, como ya
mostró Juan Pablo II en su encíclica Redemptor
hominis (1979), sea más correcto
entender que Cristo revela al
hombre lo que es el hombre cuando le
conduce a la conversión y a la fe. En el
interior de este proceso, entendido obviamente
en contexto escatológico, el
cristiano descubre en Cristo el «principio
unificador» de toda la antropología