Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra
Abstract
Luego de los desarrollos realizados, seremos escuetos al
momento de extraer las conclusiones, limitándonos a señalar sólo
dos de ellas. La primera, referida al carácter paradojal del
pensamiento contemporáneo acerca de los "derechos humanos", ya
que cuando más se los proclama y reclama, es cuando menos las
corrientes principales de ideas aparecen como habilitadas para
fundarlos de modo riguroso. Esta paradoja es uno de los aspectos
más "chocantes" del pensamiento actual acerca de aquellos
derechos, que habiendo heredado de la tradición cristiana las ideas
de dignidad humana y de sus perrogativas esenciales, resulta ser, a
raíz de su inmanentismo de base, intrínsecamente incapaz -y cada
vez en mayor medida- de justificar seriamente esa dignidad y esas
prerrogativas.
La segunda se orienta a mostrar cómo la pretensión
contemporánea de fundar los derechos de los hombres en la mente
de los filósofos y pensadores, al modo de una mera invención26 y
sin tomar en cuenta la realidad de las cosas, tiene su última
explicación en el intento de evitar toda referencia al Absoluto
trascendente, límite contra el cual se estrellan todas las aspiraciones
de absolutizar al hombre y su conocimiento. "Un Dios trascendente
y personal-ha escrito Molnar- impide al hombre la posesión de una
visión divina de las cosas y excluye la identificación del hombre
con el Ser. Dios nos recuerda que el hombre no es el creador de la
naturaleza, ni la naturaleza la creadora del hombre; que ambos han
sido creados distintos y limitados ( ... ). El conocimiento se
encuentra, entonces, encerrado entre vastos pero infranqueables límites"27. Es por ello que los pensadores inmanentistas modernos,
para evitar estos límites infranqueables, han "roto con lo real
para no oírlo hablar de Dios"28 y, consecuentemente, han intentado
fundar la dignidad y los derechos del hombre desde la pura
inmanencia. Pero, lamentablemente, ese intento se revela tan irracional
como la pretensión del Barón de Münchhausen de sacarse a
sí mismo de un pozo tirándose de las orejas