Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra
Abstract
Dios ha hablado a los hombres, manifestándonos su intimidad,
dándonos a conocer sus designios salvíficos. Con la Revelación el
hombre ha recibido el anuncio del amor de Dios y de su designio de
salvación. La acción reveladora es una acción libre y esencialmente
sobrenatural, por razón de su fin y su objeto propio: los misterios
divinos. La intervención de Dios en la historia de la
humanidad se ha realizado progresivamente, de acuerdo con
una sabia pedagogía divina. Al principio se manifestó a nuestros
padres por medio de los profetas, y en la plenitud de los
tiempos se ha revelado por medio de Jesucristo, el Verbo hecho
carne, el culmen de la Revelación (Cfr. Hebr 1, 1).
El hecho de la Revelación sobrenatural es el primer misterio de
nuestra fe; por él se nos ha manifestado el designio salvador de
Dios para toda la humanidad