La implantación de stents coronarios contempla dos posibilidades terapéuticas: una farmacológica y otra que no lo
es. Dependiendo de esto se pautan los tratamientos con fármacos antiagregantes que serán acordes a las circunstancias
siendo crucial en todos los casos el cumplimiento terapéutico, sobre todo en las primeras fases tras el implante.
Pueden surgir problemas imprevistos que hagan tambalear el tratamiento y la adhesión al mismo por parte del paciente.
La intervención desde una Unidad de Optimización de la farmacoterapia puede ser determinante en estos
casos