The universal right to vote constitutes an fundamental element in contemporary democracies. However,
relationships between the two can become complex. In the case of Bolivia, three broad periods can be differentiated since democracy was reinstalled in 1952. The first one spans from the revolutionary days in 1952, when
democracy was promulgated, over to the democratic transition in the late 1970s. During this period, which lasted
approximately a quarter of a century, voting acted as an important political element but was not seen as a constitutive part of the democratic system; in terms of political parties, it mostly supported the MNR. During the second
period, which lasted overt two decades beginning in the return of the democratic system and finishing in the 2002
elections, political efforts focused on the creation of conditions where citizen votes were respected so that it could
become the cornerstone of the new democratic regime; in partisan terms, voting tendencies fragmented in several
organizations, although the MNR remained the most relevant party. Finally, presidential elections in 2005 mark
the beginning of a third period, signed by concentrated and polarized voting tendencies and by the revision of the
role of the universal right to vote in a democratic systemEl sufragio universal constituye un elemento insustituible en la democracia contemporánea. Sin embargo, en- tre ambos pueden tejerse relaciones complejas. En Bolivia, desde su instauración en 1952 pueden discernirse tres grandes etapas en esa relación. La primera comprende desde su promulgación, en las jornadas revolucionarias de 1952, hasta el inicio de la transición democrática a finales de los años 1970. En este período, de aproximadamente un cuarto de siglo, el voto fue un elemento político importante pero no estuvo en la base del sistema democrático y desde el punto de vista partidario estuvo concentrado detrás del MNR. En la segunda etapa, de más de dos décadas, desde el retorno a la democracia hasta los comicios de 2002, la dinámica apuntó a crear las condiciones del respeto el voto ciudadano, a convertirlo en la piedra angular del régimen democrático en tanto que la votación tendió a fragmentarse entre distintas organizaciones, por más que el MNR siguiese siendo el partido más relevante. Final- mente, la presidencial de 2005 abre una tercera etapa, marcada por un voto nuevamente concentrado y polarizado, mientras que se replantea el lugar que le corresponde al sufragio en un sistema democrático