El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre la resolución de problemas como una competencia esencial para los profesionales del siglo XXI. Las metodologías activas de aprendizaje se presentan como una herramienta adecuada para atender los cambios complejos de la sociedad actual. En este escenario los simuladores proporcionan un marco ideal para atender la complejidad y la transferibilidad del aprendizaje, preparando a los estudiantes para la toma de decisiones en ambientes de incertidumbre y falta de información. En el presente trabajo los autores han pretendido realizar un análisis de los principales elementos a tener en cuenta para la utilización de los simuladores y su especial vínculo con la metodología de resolución de problemas. Se establece un marco de trabajo basado en tres categorías: las personas, la simulación y el proceso de aprendizaje. Esta combinación se muestra como un elemento clave en la evaluación de determinados tipos de problemas, especialmente los relacionados con el desempeño estratégico.The aim of this work is to reflect on problem solving as an essential competence for professionals in the 21st century. Active learning methodologies are presented as an appropriate tool to attend the complex changes of today's society. In this scenario, simulators provide an ideal framework to address the complexity and transferability of learning, preparing students for decision-making in environments of uncertainty and lack of information. In this paper the authors have tried to carry out an analysis of the main elements to be taken into account for the use of simulators and their special link with the problem solving methodology. A framework is established based on three categories: people, simulation and learning process. This combination is shown to be a key element in the evaluation of certain types of problems, especially those related to strategic performance
