unque intentamos participar en el concurso de proyectos de este programa social en mayo del 2005 bajo el rubro “Puesta en Valor de Monumentos Históricos y Arqueológicos”, la falta de tiempo y la inexperiencia con este tipo de proyectos nos hizo desistir, aunque seguimos instruyéndonos más sobre las bases de este concurso y cómo llenar los numerosos formatos y anexos necesarios para su aplicación. Por ello, cuando en setiembre de aquel mismo año se lanzó la novena convocatoria estuvimos mejor preparados y además contamos con la participación de Alex Zúñiga, amigo y compañero de estudios que además de arqueólogo, también es arquitecto. Asimismo contamos con el constante apoyo y consejo del Arqto. Gino de las Casas, en ese entonces funcionario de la Dirección de Museos y Gestión del Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura, hoy Ministerio de Cultura.
Fue así como después de mucho esfuerzo conjunto y paciencia logramos el financiamiento para realizar excavaciones entre febrero y junio del 2006. Un segundo financiamiento lo obtuvimos por parte del mismo programa a inicios de diciembre del mismo año, esta vez bajo el rubro “Proyectos de Servicios”. Gracias a este dinero excavamos tres meses y medio hasta marzo del 2007. En ambos casos el proyecto fue dirigido por Roxana y contó con los permisos respectivos del Instituto Nacional de Cultura, y al final del trabajo de campo se entregaron los informes correspondientes.
Aunque nuestra intención original fue poner en valor a este importante sitio arqueológico, esto se truncó por la falta de interés de las autoridades locales y regionales, y por los conflictos sociales inherentes en los poblados urbano-marginales. Sin embargo, creemos que este inconveniente no desmerece en lo absoluto los resultados de nuestra investigación.Tesi