Entrevista a la escritora argentina Ana María Mopty, acompañada de una semblanza de Ana Calvo Revill

Coral Cenizo Ruiz-Bravo

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   Microtextualidades Revista Internacional de microrrelato y minificción    Directora Ana Calvo Revilla  Editor adjunto Ángel Arias Urrutia Entrevista a Ana María MOPTY DE KIORCHEFF     Realizada por:  CORAL CENIZO RUIZ-BRAVO  Investigadora independiente coralvrk@gmail.com  SEMBLANZA Ana María Mopty (Tucumán, 1948), Profesora en Letras por la Universidad de Tucumán, es escritora y ensayista. Ha publicado diversos libros de cuentos y microrrelatos: Entre Sur y Norte (1993), Microrrelatos (1998), Con ojos y alas (UNT, 2001) Con abrazos (Lucio Piérola Ediciones, 2007) y Mañana piensa en mí (UNT, 2012). Bajo la dirección de David Lagmanovich publicó El microrrelato en Tucumán y el Noroeste argentino. Antecedentes y producciones (Instituto de Literatura Española, UNT, 2010), estudio en el que aborda los rasgos configuradores que presenta este género literario en esta zona del país. Es autora del trabajo “Las principales temáticas en los microrrelatos del Noroeste argentino” (2010) y, junto con Silvia Martínez Aráoz, de “Baudelaire y el microrrelato o de Baudelaire a Rubén Darío” (2005). Ha coordinado las antologías Panorama del microrrelato en el Noroeste argentino (Ediciones de UNT, 2004), Fervor de Tucumán (La aguja de Buffon, 2010) y Microrrelatos del Noroeste argentino (Fondo Editorial de la Secretaría de Cultura de Salta, 2013). Ha participado en diversas antologías en el país y el extranjero.  ANA CALVO REVILLA      Número 1, pp. 112-114 ISSN: 2530-8297   Este material se publica bajo licencia Creative Commons: Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas Licencia Internacional  CC-BY-NC-ND Entrevista a Ana María Mopty                                                                                Coral Cenizo Ruiz-Bravo 113 ~ Microtextualidades. Revista Internacional de microrrelato y minificción. N. 1, pp. 112-114. I.S.S.N: 2530-8297.                                       Su labor como escritora de microrrelato se combina además con la de estudiosa de la materia pues ha realizado hasta la fecha numerosos ensayos sobre la literatura breve. ¿Cómo surgió esta doble vocación? Siempre me atrajo la lectura y escritura de cuentos, pero la escritura breve surge como una exigencia en el momento que me solicitaron un relato de pocas líneas para un espacio breve en una revista. Narré un sueño con final imprevisto que luego fue comentado positivamente.  Desde un punto de vista estilístico y narrativo, ¿qué tiene de particular el microrrelato frente a otras formas narrativas de mayor longitud y popularidad? Como característica primordial debe ser breve, de pocas líneas, donde se narra una historia condensada con palabras muy seleccionadas a fin de permitir la metaforización, la polisemia. El texto debe contener narratividad, un cambio de situación y de tiempo aunque sean mínimos y allí puede fundirse también lo narrativo y lo lírico. Lo particular del microrrelato es su esencia elíptica porque lo que se silencia tiene mayor peso de lo que se dice. Todo debe estar ajustado y preciso como en una pieza de relojería.  En los últimos años ha centrado muchas de sus investigaciones en el microrrelato del noroeste argentino. ¿Qué ha motivado su interés por la literatura breve de esta región? El espacio geográfico del NOA argentino se caracteriza por la presencia de destacados narradores que muchas veces no han podido trascender más allá de su provincia o región. La obra se pierde con la desaparición de estos productores culturales y siento que es necesario reunirlos en antologías, considerarlo en los estudios, integrarlos al canon a fin de que representen esta parte del país. Eso me llevó a reunirlos en antologías, en 2004: Panorama del microrrelato en el Noroeste argentino, 2010: Fervor de Tucumán y 2013 Microrrelatos del Noroeste argentino.  Como escritora y como ensayista, ¿cómo ve el panorama del microrrelato? Veo un desarrollo creciente,  una evolución que va marcando etapas importantes. Reconozco su evolución y capacidad para reflejar la realidad por cuanto inscriben procesos o cambios de orden social o político. Un corpus de textos breves de la región se refiere a momentos de la historia, a la década del setenta en nuestro país y otros temas más que nos conforman como sociedad.  ¿Cree que Argentina es un país a la vanguardia del microrrelato actual? Considero que Argentina está a la vanguardia y eso se hace visible en los Congresos internacionales y en las lecturas que escuchamos o leemos de otros países. Puedo decir que es un género vigoroso capaz de lograr adhesiones importantes ahora también en los jóvenes que celebran su brevedad e ingenio. En tiempos en que se busca leer aquello que exige poco tiempo, el microrrelato puede ser leído en pocos minutos y se lo descifra o degusta en un tiempo mayor, en el silencio de la evocación. Entrevista a Ana María Mopty                                                                                Coral Cenizo Ruiz-Bravo 114 ~ Microtextualidades. Revista Internacional de microrrelato y minificción. N. 1, pp. 112-114. I.S.S.N: 2530-8297.                                      Cada vez son más los autores noveles que apuestan por el microrrelato para empezar su trayectoria literaria. ¿Qué libro de cabecera les recomendaría para que se adentraran en este universo literario tan particular? Creo necesario considerar la diversidad de lecturas de textos breves, dado que es un género proteico. Son muchos los autores que podemos nombrar para que marquen una línea y definan el perfil del género. Si consideramos los cultores a partir de la actualidad argentina, debemos destacar a Ana María Shua, Luisa Valenzuela, Raúl Brasca, David Lagmanovich, Martín Gardella, Eugenio Mandrini, Juan Romagnoli, Sandra Bianchi, Eduardo Gotthelf y muchos más. Entre los chilenos a Pía Barros, José Leandro Urbina. Los peruanos Alberto Benza, Rony Vásquez.  Pero resulta imprescindible leer a Borges, Cortázar, Enrique Anderson Imbert, Macedonio Fernández, Oliverio Girondo, los narradores españoles, Ana María Matute,  y la lista es larga.    Sus microrrelatos tienen temáticas muy diversas. ¿En qué se inspira a la hora de escribir? Me inspira una diversidad de acontecimientos o hechos que vivo como una provocación. Puede ser  una frase incompleta, una lectura, un momento en que el conflicto se instala a partir de un acontecimiento no previsto.  En muchas de sus obras encontramos reiteradamente figuras de animales, vinculadas muchas de ellas a personajes humanos. ¿A qué se debe este interés por plasmar en la literatura el mundo animal? Probablemente porque siempre estuve en contacto con animales y de ellos aprendo, me sorprenden muchas veces con su compañía, sus requerimientos Valoro la convivencia de un perro y un gato, que puede ser amigable o colaborativa, la maternidad de una gata cuando adopta, un pichón de paloma que llegó a mi puerta como preguntando por qué los empleados municipales habían demolido el árbol donde estaba  su nido.  Su antología Fervor de Tucumán recoge relatos breves de diecisiete narradores, todos ellos tucumanos. ¿Qué supuso para usted poder compilar en una única obra la producción literaria de voces tan distintas y tan reconocidas en el panorama como David Lagmanovich o María Blanca Nuri? En el momento que recopilé material para la antología tuve en cuenta la diversidad de propuestas, de temas, focalizaciones capaces de construir un perfil literario de la provincia.  ¿Qué adjetivos cree que describen mejor su obra literaria? Es difícil definir la propia escritura. Podría comentar entonces lo que me dicen quienes leen mi escritura. Se refieren a la polisemia final que los sorprende, al ritmo de la frase, a cierta  musicalidad a partir de las pausas o palabras.  

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