El consumo excesivo de fructosa en el embarazo puede dañar la placenta y provocar estrés oxidativo en los fetos

Abstract

La fructosa se utiliza para fabricar el sirope de maíz rico en fructosa (HFCS, en sus siglas en inglés), el cual se usa para edulcorar gran variedad de alimentos (comidas procesadas, bollería y repostería industrial, helados, mermeladas, salsas y condimentos) y, sobre todo, bebidas o refrescos azucarados. El consumo excesivo de estos alimentos, y por tanto de fructosa, se ha relacionado con la aparición de enfermedades como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares [Tappy, 2010]

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