El tercer subperiodo del movimientos sufragista colombiano, que transcurre a través de los difíciles años comprendidos entre 1949 y 1957 (los dos anteriores subperiodos, tratados en anteriores ocasiones se extienden de 1930 a 1943 y de 1944 a 19482), significa para el sufragismo colombiano, en un primer momento, una época de silencio y su propia travesía del desierto a través de la época de La Violencia,3 posteriormente, su vuelta a la escena política con la aprobación por la Asamblea Nacional Constituyente (ANAC) del voto en 1954 y una propuesta política de paz en su calidad de ciudadanas de pleno derecho, y finalmente, la ratificación en 1957 del derecho a votar en el Plebiscito convocado por el Frente Nacional, en dónde las mujeres votaron por primera vez, y, por artificio de los liberales, aprobaron la ley que les posibilitaba votar