La educación, como toda práctica social, dispone de una pluralidad ontológica y metodológica, y se introduce en unos procesos de investigación que llevan a una diferente forma de ver la educación y que contribuyen y buscan varios aspectos como la acumulación, predicción, descripción, explicación, comprensión, interpretación, emancipación, deconstrucción, organización y progresiva creación y reordenación de su campo de conocimiento. La diversidad investigadora sobre y con el profesorado que nos muestra hoy en día la educación, indica no únicamente normalidad en un terreno social y complejo como es el educativo, sino una riqueza de procesos, y no un estancamiento ni una paralización