Women’s representation in politics : voter bias, party bias, and electoral systems

Abstract

Estudiamos cómo afecta el sistema electoral a la presencia de mujeres en política usando un modelo en el que tanto los votantes como los partidos pueden tener un sesgo de género. Aplicamos el modelo a las elecciones municipales españolas, en las que, según la ley, los municipios utilizan dos sistemas electorales distintos: uno de listas cerradas, en el que los votantes votan por un partido, o uno de listas abiertas, en el que votan por candidatos individuales. Usando un análisis de regresión discontinua, encontramos que el sistema de listas cerradas aumenta 2,5 puntos porcentuales la proporción de mujeres entre los candidatos y los concejales, y 4,3 puntos porcentuales entre los alcaldes. Según el modelo, estos resultados se explican por un sesgo de los votantes. Proporcionamos evidencia que apoya el mecanismo del modelo. En particular, mostramos que, con carácter general, cuando dos concejales casi empatan en votos, es considerablemente más probable que el que obtuvo «un voto más» sea nombrado alcalde, pero este resultado no se observa con generalidad cuando el más votado fue una mujer y el segundo un hombre, lo que sugiere la presencia de un cierto sesgo de género. También mostramos que, en una submuestra de municipios con poco sesgo —aquellos que han tenido una alcaldesa en el pasado—, la diferencia entre los dos sistemas electorales desapareceWe study how electoral systems affect the presence of women in politics using a model in which both voters and parties might have a gender bias. We apply the model to Spanish municipal elections, in which national law mandates that municipalities follow one of two different electoral systems: a closed-list system in which voters pick one party-list, or an open-list system, in which voters pick individual candidates. Using a regression discontinuity design, we find that the closed-list system increases the share of women among candidates and councilors by 2.5 percentage points, and the share of women among mayors by 4.3 percentage points. Our model explains these results as mostly driven by voter bias against women. We provide evidence that supports the mechanism of the model. In particular, we show that, when two councilors almost tied in general-election votes, the one with “one more vote” is substantially more likely to be appointed mayor, but this does not happen when the most voted was female and the second was male, suggesting the presence of some voter bias. We also show that, in a subsample of municipalities with low bias — proxied by having had a female mayor in the past — the difference between the two electoral systems disappear

    Similar works