Artículo de revistaEl Acuerdo de París de 2015 reconoció la necesidad de movilizar flujos financieros hacia inversiones que respalden una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero y que sean beneficiosas para el medio ambiente, lo que se conoce como «finanzas verdes». En el artículo se explican los debates existentes sobre las nuevas demandas que el cambio climático traslada al sistema financiero para que se alinee con la lucha por minimizar daños y apoye iniciativas preventivas. Se analiza en qué medida los mercados financieros y los bancos reconocen y actúan frente a los riesgos a que les expone el cambio climático. También se repasan las principales medidas nacionales e internacionales encaminadas a mejorar la percepción del riesgo climático y a facilitar la identificación de los proyectos verdes por los mercados e intermediarios financieros. Los autores concluyen que el riesgo climático no está plenamente internalizado por el sector financiero, e identifican varios obstáculos que impiden la movilización de fondos para la financiación de proyectos verdes, aunque el balance a escala internacional muestra una evolución positiva