Artículo de revistaEn la última década, el volumen de préstamos corporativos apalancados (leveraged loans) ha crecido hasta alcanzar niveles máximos desde el final de la crisis. En el caso de España, este crecimiento ha sido más contenido, con un volumen del 5% del total para Europa durante el período 2016-2018. Las condiciones contractuales de los préstamos apalancados son ahora menos restrictivas y gran parte de estos se distribuye entre inversores institucionales de todo el mundo en forma de obligaciones garantizadas (o CLO, por sus siglas en inglés). Este modelo de originar para distribuir plantea potenciales riesgos para el sistema financiero. En caso de un deterioro del ciclo económico, las pérdidas en este mercado podrían ser significativas, en especial por la relajación en las protecciones al inversor. Además, debido a su relevancia como fuente de financiación corporativa, un aumento en los incumplimientos tendría efectos negativos en la economía real