Abstract

Las dislipidemias representan un problema de salud importante dada su estrecha relación con las enfermedades cardiovasculares. El manejo de las dislipidemias supone un reto terapéutico en muchos casos, particularmente en aquellos pacientes con múltiples comorbilidades como diabetes mellitus, obesidad e hipertensión arterial. Independientemente de la severidad de la dislipidemia, el abordaje siempre debería iniciar con un acercamiento no farmacológico, implementando diferentes estrategias dietéticas. Por otro lado, aunque la actividad física no ha demostrado aportar beneficios significativos en relación con la disminución de los niveles de colesterol, sí mejora de forma importante el riesgo cardiovascular en general, por lo que no debe ser desestimada. Finalmente, el manejo farmacológico incluye muchas vertientes moleculares; sin embargo, todas tienen un objetivo en común, el cual es normalizar los niveles de colesterol en sangre. La prescripción de los diferentes grupos de medicamentos debe hacerse de manera individualizada para cada paciente, tomando en cuenta aspectos como los efectos adversos, eficacia y adherencia, y no solamente la potencia terapéutica. El objetivo de esta revisión es evaluar la evidencia que sustenta la utilización estrategias farmacológicas y no farmacológicas para el tratamiento de las dislipidemias, así como comparar la eficacia de ambas en los diferentes casos de dislipidemia secundaria

    Similar works