El presente trabajo es un estudio piloto
llevado a cabo con una muestra de estudiantes costarricenses,
que se encuentran entre sexto y octavo año,
que pretende medir las conductas agresivas que se
presentan en esa población. Generalmente ubicamos
estas conductas fuera del contexto escolar, sin embargo,
es un hecho que se vive en nuestras aulas con más
frecuencia de la que imaginamos, situación que se
está tornando preocupante y a la que debe prestarse
atención. Los datos obtenidos en la muestra nos indican
porcentajes de conductas agresivas en este grupo
comparables con la media europea, situación que no
debe escapar a la atención de las personas encargadas
de disciplinar y orientar a esa población