La reintegración de Santo Domingo a la Monarquía española tuvo serias dificultades que amenazaron el asentamiento del sistema colonial español. La compleja situación política de la península, y la extensión del movimiento insurgente en los territorios continentales, supusieron obstáculos que imposibilitaron la remisión de los recursos que Santo Domingo demandaba. En mitad del marasmo económico, el auge de las ideas independentistas cobró cada vez mayor relevancia, dando lugar a toda una serie de conspiraciones inspiradas en dos modelos, el caraqueño y el haitiano, que pretendían el establecimiento de un nuevo modelo político y que observaba de manera disímil el mantenimiento de la esclavitud