El consumo de sustancias psicoactivas (SPA) se ha convertido en la actualidad en un problema. El uso de estas sustancias es más frecuente en adolescentes, ya que están en un proceso de adaptación social; su consumo excesivo tiene consecuencias físicas, psicológicas y sociales, convirtiéndolo en un factor de riesgo relacionado directamente con el comportamiento sexual, que lleva a los consumidores a ser menos cuidadosos debido a la euforia, relajación, disminución de autocontrol y percepción de riesgo, producidos por la sustancia, facilitando conductas sexuales, relaciones sexuales sin protección, múltiples parejas sexuales, sexo con desconocidos y un comienzo temprano de la actividad sexual, que pueden esencadenar diferentes riesgos para la salud