Entre 1750 y 1810 se formula en el mundo atlántico un proyecto de nación española que reelabora la tradición constitucional procedente del imperio de consenso de los Austrias y apunta a una federación de provincias en su última expresión, vigente cuando las tropas napoleónicas invaden la Península. Así, las emancipaciones hispanoamericanas surgen por una crisis en el centro político español y expresan sólo una de las posibles salidas a la coyuntura que comienza en 1808 y termina en 1824, con la batalla de Ayacucho