Mario Califano

Anthropologica

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DES PARRAINS POUR LA VIE Jean Louis Christinat * El parentesco ritual del padrinazgo y compadrazgo es una instituci6n que posee un profundo arraigo en las comunidades rurales andinas. El etn6logo suizo Jean Louis Christinat, luego de una experiencia de investigaci6n de campo en la amazonia brasileiia, ha realizado un prolongado estudio, sepa- rado en diversos viajes, en la regidn altiplhica peruana pr6xima a1 lago Titi- caca. Los motivos cientificos que incentivaron esta investigaci6n se debie- ron, ante todo, a la constante referencia a este t i p  de parentesco en las con- versaciones cotidianas de 10s habitantes de Chia, en el distrito de Ollachea, cuyo rio hom6nim0, dirigihdose hacia el norte, desciende paulatinamen- te hacia la selva del caudaloso Inambari. Otra raz6n ha sido suscitada por la lectura de la novelistica hispanoamericana por la frecuencia en que se menciona. Finalmente, incidi6 la sugerencia del profesor Julian Pitt-Rivers en ahondar el tema que, indudablemente, reviste un particular inter& para la problematica etnografica andina. El libro, separado en tres partes, es la sintesis de una tesis de mds de setecientas paginas que, como destaca el autor, constituye una documen- taci6n mas ctil para la consulta que para la divulgaci6n cientifica. La pane inicial, La terre et les hommes, consiste en una descripci6n geografica del sur peruano, y del pueblo de Chia, incluyendo demografia, produccidn econ6mica, trabajo, idea de "comunidad" y religi6n. Christinat analiza cuidadosamente la cuestidn religiosa y, si bien 10s habitantes de Chia son oficialmente cat6licos, se trata "d'un christia- nisme superficiel, une especd de vernis sur une base incazque profonde et toujours vivace". Una prueba de ello esth dada por el hecho de que 10s ritos mas importantes no son de raiz cristiana. De esta forma se han impuesto dos sistemas paralelos de creencias: la catdlica y la pophar  prchispiinica. Sin embargo, ambos horizontes no son concebidos como diferentes por 10s indigenas y su separaci6n s610 responde a las necesidades de la investiga- ci6n. * Editions de ebstitut d'Ethnologie, Neuchatel; Editions de la Maison des Sciences de L'Homme, Pan's. 1989, con 231 @ginas, y que contiene folos, mapas, diagramas de parentesco y dibujos. 309 Los integrantes de la comunidad de Chia son conscientes de que el especidista tradicional paqo o altomesayoc no puede evocar las deida- des del pante6n cat6lico. Asf mismo, el sacerdote est6 inhabilitado para tra- tar con 10s Apu o con la Pachamama. Separaci6n de poderes y de ofician- tes, tal como existe con el paqo, el terapeuta jampeq y el adivino cocaqha- wag. En la segunda parte, que lleva el titulo de la obra Des parrains pour la vie, el etn6logo suizo expone y examina 10s ritos fundantes del paren- tesco ritual que no s610 se limita a las transiciones que realiza el individuo a lo largo de la vida, sin0 tambiCn aquel vinculado con la construcci6n de una casa, la fabricaci6n de un cbtaro o de otros objetos como de muchas actividades. Cuando se trata de una persona, la vinculacidn entre 10s par- ticipantes en la ceremonia, ahijados, padrinos y compadres, es de caricter recfproco. En el caso de un bien, la reciprocidad se limita a1 propietario con el padrino o madrina. Los ritos fundantes varfan segtin la regi6n y la comunidad com- probbdose tambiCn una jerarqufa que presenta diferencias locales. Los po- bladores de Chia reconocen o c h ~  ritos principales que vistos en orden cro- nol6gico son: parto y corte del corddn umbilical, agua de socorro, bautis- mo, corte de cabellos, imposici6n del rosario, confirmaci6n, matrimonio y "bautismo" de un bien. El parto y el consecuente Cone del cord6n umbilical (pupukuchu- kuy) por la acci6n de una "madrina de parto" se realiza con un trozo de ceri- mica, luego es atado con un cord6n de lana que previamente ha sido teji- do "al revCs" --de derecha a izquierda- sobre el vientre de la mujer encinta y, finalmente, la placenta es quemada sobre una roca a1 descampado. Estas pdcticas responden a la intenci6n migica de facilitar la expulsi6n de la placenta, evitar que el niflo se vuelva perezoso y use anticipadamente sus ropas y proteger a la madre de 10s espfritus dafiinos. La aplicaci6n del "agua de socorro" (unusutin o unuchaska) es el rito precautorio destinado a proteger al reciCn nacido y que, en cierta forma, prefigura a1 bautismo propiamente dicho. En efecto, esta prictica tiene por objeto procurar que pierda su estado de "salv'aje" (chuncho), de demonio para convertirlo en "gente", o sea en cristiano. Porque si el niAo muriera repentinamente y sin este "bautismo", se impondria como un espiritu malign0 (llimpuwayra), atrayendo a1 ray0 y persiguiendo a 10s caminantes. En este caso no podria ser sepultado en el cementerio, ni en las proximidades de la vivienda y su alma no podria ir a1 cielo. Se le coloca un nombre que co- rresponde a la fecha del dfa en que el "padrino de agua" (unu taytan) lo bautiza. El bautismo a cargo de un sacerdote cat6lico es el mhs importante de 10s ritos fundantes y, con 61, el nuevo ser se transforma realmente en cristiano, en hijo de Dios. El "corte de pelo" o "corte de cabello" (chujcharutuchi, chujcha- rutukuy o rutu chikuy) se realiza cuando pasa de la primera infancia a una edad m8s adulta, y consiste en un reconocimiento social del sexo y del in- dividuo. Esta costumbre es mencionada por Garcilaso de la Vega y reiterada- mente por Guamin Poma de Ayala. El primero en 10s Comentarios Reales hace referencia a1 primer corte de cabello del principe heredero y el padri- no elegido en esa ocasidn era el gran sacerdote del Sol. A pesar de las carnpaflas emprendidas en Cpoca colonial para extirpar la idolatria, puede comprobarse la persistencia de esta tradicibn. La "imposici6n del rosario" se celebra para festejar el aniversario del nacimiento cristiano, cuando a1 reciCn nacido se le impuso el "agua de socorro", con la cual se volvi6 verdaderamente "humano" y corresponde a la fecha calendhrica del santo del dia. Entre 10s siete y catorce aiios el padrino (sepi taytan) le coloca un rosario en el cue110 que retira una semana m8s tarde. La confirmaci6n es una pr8ctica poco frecuente llegando inclusive a desconocerse su existencia, pero tiene un sentido profundamente espiritual. El vinculo matrimonial entre un hombre y una mujer es reconocido por la comunidad cuando 6stos cohabitan, dando lugar a una relaci6n que se denomina sirvinakuy y esth desprovista de todo ritual. En esos momen- tos la figura del padrino no aparece y s61o se concreta cuando la pareja for- maliza la uni6n con la consagraci6n de un sacerdote o con el matrimonio civil a cargo del alcalde. Entre 10s diversos ritos restantes se destaca en particular el techa- do de una casa en que es necesario un padrino siempre de sexo masculino. En esa oportunidad el dueiio de casa hace un "pago" a la tierra, a la Pacha- mama para que proteja a la nueva vivienda, invoca a 10s Apu y practica ritos de aspersidn o ch'uya. ' Los ocho rituales son clasificados y expuestos en una tabla, seg6n impliquen un padrino o una madrina, con un ahijado o una ahijada, con- signandose si se trata de un rito de pasaje con parentesco espiritual o no. Asf mismo, el autor seiiala aquellos improvisados y 10s que se ajustan a un modelo consagrado por la tradici6n. Los rituales son descritos exhaustivamente cithdose casos concre- tos y la realizaci6n en otros sitios del Per6 es confirmada a travCs de las fuentes bibliograficas. En su exposici6n se seiialan 10s elementos y perso- nas intervinientes, 10s pasos y actitudes, 10s sentidos culturales y las teo- fanias involucradas. Un punto importante esta constituido por la instaura- ci6n de las nuevas denominaciones entre individuos y consecuentemente las obligaciones y deberes que se imponen. En la tercera y riltima parte, Compdres et commdres, Christinat examina el compadrazgo horizontal --cuando el padrinolcompadre elegido pose  una situaci6n socio-econ6mica semejante. Mientras que en aquel vertical el padrino detenta un status mas importante. La inserci6n de la instituci6n del compadrazgo en la trama social es revisada a travCs de la residencia, del trabajo, de las fiestas familiares y comunitarias e inclusive el parentesco ritual con el propio etn6logo. Fotografias y dibujos, diagramas de parentesco y fichas de casos, mapas y vocabulario, con complementados por una extensa bibliograffa que contribuyen, como dice Jean Louis Christinat, a dar cuenta de esta institucidn ritual que permite la cohesi6n social. Mario Califano Centro Argentino de Etnologia Americana 

Des parrains pour la vie. Jean Louis Christinat

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