Las aportaciones del sector acuícola han hecho destacar esta actividad como un promotor de la seguridad alimentaria en el municipio de Guasave, Sinaloa, ya sea por la producción de alimentos, derrama económica y la generación de empleos, sin embargo, al ser una actividad comparativamente nueva, existe un desconocimiento desde una perspectiva administrativa de la productividad tanto interna como social, de las granjas camaroneras del municipio.
Las granjas productoras de camarón blanco en el municipio han aportado a la economía familiar y regional ventajas, no obstante, la mayoría de estas no han sido documentadas de forma adecuada que permitan dimensionar ante la sociedad las atribuciones y el crecimiento sostenido de la actividad de las granjas productoras de camarón. El objetivo de esta investigación se enfoca en recolectar información de los actores principales en las actividades acuícolas, tanto personal técnico, que labora en las granjas y del mismo modo, forman parte de familias guasavenses que perciben las principales aportaciones económicas y de bienestar social producto de su trabajo.
Mediante una investigación cualitativa, se obtuvo la información entre las granjas, aplicando encuestas al personal que labora en ellas, entrevistas a los órganos administrativos y fuentes de información oficial de las granjas productoras de camarón, con todo esto, se realizó la triangulación de información desde dos perspectivas: una económica y una social.
Como resultado, se determinó que, las granjas camaroneras del municipio de Guasave, representan una importante fuente de trabajos (fijos y eventuales), cuyo salario va desde 3.5 a 4.1 veces más que el salario mínimo oficial al año 2017, lo que da lugar a trabajadores satisfechos con salarios competitivos con respecto a otras actividades del sector primario, traduciéndose en bienestar social para el municipio de Guasave. En cuanto a la derrama económica de las granjas productoras de camarón de la región, han mantenido su producción, a pesar de las problemáticas sociales, económicas y sanitarias por lo que se perfila como una de las actividades con un crecimiento sostenido, aunado así a las aportaciones fiscales que genera la camaronicultura, y que ha provocado un aumento de hasta un 300% del Impuesto Predial Rústico.
Las contribuciones del sector acuícola, deben considerarse en función a su participación para la generación de políticas públicas, para fortalecer el desarrollo económico y bienestar social de quienes la desarrollan y se benefician de esta actividad y con ello generar infraestructura y conocimiento científico que propicien una mejora en la productividad de las granjas camaroneras
