En esta contribución intento argumentar que desde mi perspectiva, contribuir a la formación de profesionales capacitados y comprometidos con la sociedad a la que pertenecen, representa el mayor aporte al que aspiro como docente-investigador en mi país.Facultad de Ciencias Naturales y Muse

Dressino, Vicente

Servicio de Difusión de la Creación Intelectual

Práctica profesionalY DESARROLLO SOCIAL: perspectiva desde una universidad argentinaVICENTE DRESSINOEste foro tiene como eje vertebrador la pregunta: ¿De qué forma(s) su práctica profesional genera valor, es decir, cómo participa en el desarrollo de la sociedad" Indudablemente el término 'valor7 posee un significado especial dentro de la pregunta propuesta. Según el Diccionario de la Real Academia Española, el término 'valor7 posee varias acepciones, de las cuales la primera, "grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite" es el que pretendo utilizar en este debate. En esta contribución intento argumentar que desde mi pers­pectiva, contribuir a la formación de profesionales capacitados y compro­metidos con la sociedad a la que pertenecen, representa el mayor aporte al que aspiro como docente-investigador en mi país.En las últimas décadas ha sido importante el crecimiento de la ciencia en algunos de los países de Latinoamérica. Esta situación se ve reflejada por la mejora de los índices de posicionamiento de distintas universidades latinoamericanas a nivel mundial. Estos índices, si bien son discutibles, presentan una tendencia creciente respecto a la actividad profesional en nuestros países. Por ejemplo, según Scimago (2007, 2013) si tomamos la producción global de trabajos científicos de 238 países, los primeros nueve puestos corresponden a Estados Unidos, China, Reino Unido, Japón, Alemania, Francia, Canadá, Italia y España. De los países latinoamericanos Brasil ocupa el puesto 15, México el 28, Argentina el 36 y Chile el 44. Esta distribución indica la importancia creciente que los gobiernos de la región le asignan a la formación profesional.El concepto de formación profesional es muy amplio y presenta espe­cialidades con características particulares. En efecto, a modo de ejemplo, la formación de un médico se diferencia marcadamente de la formación de un filósofo. No obstante, ambas comparten un proceso de enseñanza- aprendizaje con puntos comunes como la metodología de estudio, proce­sos de evaluación, etc. En este contexto el estudiante se puede vincular conCátedra de Antropología Biológica IV, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Argentina. / vdressino@gmail.comLudus Vitalis, vol. XXI, num. 39, 2013, pp. 267-270.268/ LUDUS VITALIS / vol. XXI/ num. 39/2013los docentes de dos maneras: a) un aprendizaje rígido y repetitivo sin mayor vuelo formativo, y b) a través de una interacción fluida enriquece- dora tanto para alumno como para el docente en donde ambos aprenden mutuamente. En este último contexto, el docente suele ampliar la forma­ción brindada en aspectos que trascienden los alcances de la materia incorporando aspectos políticos y sociales. Es así que en la Universidad Nacional de la Plata se suele considerar que al alumno no sólo debe formárselo como profesional, sino que, por sobre todas las cosas, se debe formar como ciudadanos libre pensadores. De esta manera se propende a una formación integral del ser humano.Es claro que, como docente e investigador que se adhiere a esta filosofía, la mayor gratificación que un profesional recibe es observar cómo el estudiante deviene en un profesional comprometido con la sociedad a la que pertenece. Sin embargo, no todo es un lecho de rosas, ya que la misma sociedad le impone al profesional joven ciertas exigencias que son contra­rias al espíritu formativo. Por ejemplo, los sistemas de evaluación a los que son expuestos representan intereses claramente opuestos a las necesida­des e inversiones de la sociedad que los financia. El fundamento de esta afirmación es la siguiente. Normalmente, los sistemas de evaluación im­ponen la necesidad u obligatoriedad de publicar en revistas indizadas, en especial aquellas que integran el índice ISI Thompson-Reuters que, apa­rentemente, presentan la mayor visibilidad y excelencia. Ahora bien, en dichas revistas un investigador debe pagar la publicación con subsidios provenientes del Estado nacional, y además debe ceder los derechos de autor a la revista. Aquí se presenta una incongruencia, pues el investigador fue formado para hacer un aporte a la sociedad a la que pertenece, pero a la hora de sostenerse en el sistema paga y cede derechos de investigaciones muchas veces sensibles para la economía del país o la seguridad nacional. Indudablemente que el trabajo realizado durante la formación de grado y posgrado se ve así menospreciada por el mismo sistema científico. Esta corriente de pensamiento no es única de Argentina, sino que muchos países latinoamericanos y europeos la padecen. Cabe recordar aquí lo dicho por Mark Twain: "sólo una cosa es imposible para Dios: encontrarle algún sentido a cualquier ley de copyright del planeta" (Cuaderno de notas, 23 de mayo de 1903).En este sentido, no me canso de repetir como docente y en los foros científicos en los que participo que lo importante de un trabajo no es en qué revista es publicado y cuál es su índice de impacto o el índice que se utilice para evaluar la supuesta calidad del trabajo, sino que lo importante son las ideas vertidas en éste y la capacidad de movilizar a los lectores hacia nuevos caminos de investigación.La ciencia no puede ser pensada como una actividad 'pura', esto es, libre de influencias, presiones o intereses aj enos a las necesidades de la sociedad DRESSINO / DESDE ARGENTINA / 269en donde se lleva a cabo. Existen intereses espurios que intentan desviar los objetivos hacia aspectos no vinculados con las necesidades del país o de la región a la que pertenece. Visto así, la pretensión de una 'ciencia universal' choca contra las realidades y necesidades locales, y con aspectos metodológicos que muestran la dificultad de sostener este concepto. En efecto, como mostraron los trabajos de Latour y Woolgar (1995) y de Sokal y Bricmont (1999), detrás de la actividad científica existen intereses y condicionamientos muy importantes que la alejan de ser una actividad impoluta. Aquí es donde entra el concepto de 'valor' defendido en esta exposición, es decir, la formación de profesionales capacitados en lo téc­nico y con clara conciencia social.Un concepto más reciente pero que se puede relacionar con el anterior es el de 'dinámicas subterráneas' de Saskia Sassen. Esta socióloga—recien­te y merecidamente galardonada con el premio Cervantes— utiliza esta metáfora para marcar los procesos que no son visibles en la sociedad pero que determinan gran parte de los comportamientos futuros de la misma. Esas corrientes no pueden apreciarse fácilmente aunque existen y son motor de numerosos procesos sociales. Como aquí conceptualizo a la actividad científica como parte de un constructo social, el concepto de Sassen es apropiado para describir comportamientos de esa microsocie- dad. Un ejemplo cercano puede observarse en los movimientos sociales 'imprevistos' ocurridos, como el que durante la redacción de esta colabo­ración está ocurriendo en Brasil. Nadie imaginó que una nación aparen­temente próspera estuviera incubando semejante descontento popular. Aquí me surge una pregunta: ¿cuál es el valor de formar científicos correctos en lo técnico pero sin una formación ideológica" La respuesta sería que esa formación no le sirve a la persona que se está formando, así como tampoco le sirve a la sociedad.El 'valor' que pretendo defender en la argumentación también se rela­ciona con un aspecto de la actividad que cada día ocupa más espacio, esto es, la falta de ética científica. Los comportamientos indeseados e ilegales en la ciencia están creciendo de manera alarmante, aunque muchos colegas crean que no representan una masa crítica como para preocuparse. Lo cierto es que en todo el mundo los casos de plagio, falsificación de datos, y demás, crecen a una velocidad exponencial y está llevando a distintas editoriales a agruparse para encontrar una manera de disminuir el daño producido. Así pues, mientras que la formación profesional continúe en su mayor parte siendo —como mencioné anteriormente— estrictamente técnica y sin contenido ético, el problema no sólo no se solucionará, sino que me atrevo a decir continuará en una escalada alcista. En este sentido, como justifiqué anteriormente, las políticas científicas implementadas por los gobiernos tienen gran parte de responsabilidad.270/ LUDUS VITALIS / vol. XXI/ num. 39/2013Finalmente, a partir de la argumentación expuesta, podemos apreciar que parecen existir numerosos significados diferentes del término 'valor7 en las sociedades en general y en el ámbito científico en particular. En lo personal, me adhiero al significado enunciado al principio del texto ya que se relaciona con la propuesta del foro. Como reconocí antes las diversas especialidades en ciencia pueden llevar a considerar, por ejemplo, que el valor de la actividad desempeñada puede estar vinculado a la transferen­cia de conocimientos necesaria para la construcción de un acelerador de partículas. Frente a esto, por los motivos expuestos más arriba, puedo concluir que desde mi perspectiva el mayor valor que reconozco a mi actividad es el de colaborar en el desarrollo de seres humanos valiosos para la sociedad a través de la enseñanza basada en un pensamiento crítico, el que va más allá que la enseñanza de complejas fórmulas químicas o matemáticas indudablemente necesarias para sus prácticas profesionales.BIBLIOGRAFÍALatour, B., Woolgar, S. (1995), La vida en el laboratorio: La construcción de los hechos científicos. Madrid: Alianza Universidad.SCImago. (2007), SJR — SCImago Journal & Country Rank. Retrieved June 14,2013, from http://www.scimagojr.comSokal, A., Bricmont, J. (1999), Imposturas intelectuales. Buenos Aires: Paidós.

Práctica profesional y desarrollo social: perspectiva desde una universidad argentina

http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/111281/Documento_completo.pdf?sequence=1

Práctica profesional y desarrollo social: perspectiva desde una universidad argentina

Abstract

Similar works

Full text

Available Versions

Servicio de Difusión de la Creación Intelectual