En la actualidad a pesar de los avances y logros obtenidos por la mujer en la sociedad, permanece un arraigado pensamiento machista y es incentivado, desde el punto de vista comunicacional, a través de los medios y campañas publicitarias quienes prolongan esa saciedad liderada por los hombres. Estos medios utilizan imágenes estereotipadas de la mujer: una mujer dependiente de la casa, la comida, la limpieza, los hijos y de la figura del hombre, quien es el único encargado de traer el dinero a la casa. También, en ocasiones, se representa una idealización de la mujer, que no solo se encarga de la casa, la comida, la limpieza, los hijos y del esposo sino que además muestra una mínima faceta independiente en relación al trabajo.
Ambos estereotipos no reflejan a la mujer y situación actual del siglo XXI. La nueva mujer se caracteriza por ser independiente, versátil, dedicada a su carrera y profesión, con decisión, opinión, con igualdad de derechos, etc., que no descuida la crianza de sus hijos, los cuales se adecuan, crecen, y acompañan los cambios y tiempo que conlleva el nuevo rol de la mujer. Esto no es reflejado generalmente en las campañas publicitarias actuales, donde se continúa, para la venta de bienes y servicios, mostrando una imagen irreal de la mujer, un estereotipo reiterado e histórico, el presente trabajo abordará el análisis de esta problemática partiendo del análisis particular de una campaña que rompe con la generalidad planteada.Mesa F.Facultad de Bellas Arte